Capítulo 32

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JOSHUA

31 de diciembre, víspera de año nuevo, vinimos a pasar el día con mamá para celebrar todos juntos.

Enzo y yo comenzamos a mudarnos a nuestra nueva casa, compró la casa de mi abuela y no puedo estar más feliz por eso, es como tener a las 2 personas que más me importan en el mundo en el mismo lugar, hemos dejado todo lo que mi abuela dejo allí, algunas fotos las guardamos y otras las dejamos, pero la fachada de la casa se quedara de la misma manera en que siempre estuvo.

Hemos venido a almorzar y ayudar a mamá con la cena esta noche, me ha dicho que ha invitado a Darlene así que esta noche seremos cuatro en la mesa para que no lo pase sola.

Quise sorprender a Enzo haciendo pastas para el almuerzo, pero no salió como esperaba, en el momento en que quise poner la pasta casi me mata.

— ¿Ma che cosa stai facendo? —Empieza alterado.

—Enzo no te entiendo.

— ¿Come farai a rompere l'impasto in questo modo? ¿sei pazzo o cosa?

— ¿Lo estoy haciendo mal?

Mamma Mia.

—Here i go again... —comencé a cantar—. Lo siento tenía que hacerlo.

—Quítate angelo, te amo, pero la pasta es sagrada.

—Vale lo siento... —me acerqué y le di un beso en la mejilla.

Él suspiró y pareció calmarse, por un momento temí por mi vida, no volveré a hacerle pasta a un italiano. En mi vida.

Salí de la cocina aterrado y me acerqué a mamá para ayudarla con el pavo de la cena y los demás aperitivos. Nunca había visto tanta comida en esta mesa, ni siquiera la última vez que la abuela estuvo con nosotros.

—Sera mejor que no vuelvas a tocar la pasta, Josh —se burla.

—Ya entendí...

—Venga, ve a poner esto en el refrigerador y aléjate de los cuchillos, por las dudas.

Solo asentí y volví a la cocina donde Enzo se frotaba las sienes. Cerré la puerta de la nevera y me acerqué lentamente a él viendo que no hubiera ningún cuchillo cerca. Me abrace a él y rodeó mis manos con las suyas.

—Lo siento —susurré.

—Ya, no importa. Perdóname a mí, casi me das un infarto.

Ya era de noche.

Darlene había llegado y ya estaban sentadas en la mesa con mamá, Enzo y yo estábamos vestidos para la ocasión, el llevaba unas astas de reno que le quedaban bien y un suéter navideño que usábamos a juego. Había puesto mi playlist navideña y nos quedamos bailando con Enzo, ahora estaba sonando Everyday is christmas de Sia.

Everyday is Christmas when you're by my side... —comencé.

You're the gift that keeps givin', my angel for life... —terminó Enzo.

En ese momento nos encontrábamos debajo del muérdago que colocamos entre la sala y la cocina y parecía que el tiempo se había detenido, nuestras miradas se encontraron y se perdieron profundamente la una en la otra, lo último que sentí fueron sus labios contra los míos mientras me abrazaba con fuerza y al separarnos los aplausos de mamá y de Darlene, me sentí incomodo, pero fue un muy buen momento junto a él.

Me tomó de la mano y me llevó hasta la mesa para sentarme a su lado y comenzar a cenar, solo nos esperaban a nosotros así que una vez sentados empezamos.

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