Capítulo 22

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JOSHUA

Estoy vestido de gala, en una mesa decorada elegantemente con finos utensilios.

Alguien me toma de la mano y me levanta para llevarme a la pista de baile, él también va vestido de traje lleva una pajarita negra y un saco azul marino que hace resaltar su espalda.

Se pega a mí y me abraza, le devuelvo el abrazo.

La canción Perfect de Ed Sheeran suena de fondo, puedo ver que todas las parejas comienzan a bailar abrazados, puedo visualizar a Olivia y a Bruce bailando muy pegados.

Siento que sus ojos me miran fijamente y unos labios encuentran los míos con pasión, con deseo.

— ¡Josh, despierta! —escucho una voz a lo lejos.

Todo lo que estoy viviendo se mueve de un lado a otro, la persona con la que estoy bailando se aleja y no puedo ver su rostro.

— ¡Angelo, despierta! —abro los ojos de golpe.

—5 minutos más, Enzo —le digo y me giro para quedar de espaldas a él.

—Adrien te espera abajo.

Me levanto de la cama de un salto y termino en el suelo.

— ¿Qué? ¿Qué hace él aquí?

—Era hora de que despertaras, dormilón. —pellizca mi mejilla.

— ¿Solo me dijiste eso para que despertara? —le doy un golpe en el hombro—. Te odio.

—No. Me amas y lo sabes —me saca la lengua.

—En realidad, solo te tolero —y le saco la lengua igualmente.

Le paso por un lado y voy en dirección al baño, me lavo la cara y me quedo viéndome al espejo. Me toco el cuello y siento un ardor que duele, quito mi mano para revisar mejor.

Es un chupetón.

— ¡Enzo Cortese! —le grito con furia desde el baño— ¡Más te vale traer tu culo aquí, ya!

Luego de unos minutos él asoma su cabeza por el marco de la puerta y por su cara, sabe perfectamente lo que le espera.

— ¿Sí? —traga saliva—. ¿Si amorcito?

Apunto en dirección a mi cuello.

— ¿Puedes explicarme esto?

Él se rasca la parte trasera de su cabeza y se ríe achinando sus ojos.

— ¿No te gusta, Angelo?

—No dije eso... ¿Pero en qué momento me lo hiciste?

—Estabas juguetón anoche —Se ríe.

Su rostro cambio totalmente cuando vio que nada de esto me hacía gracia.

— ¿Estas enojado conmigo? —pone los ojos tristes como si fuese el Gato con Botas.

— ¿Tú qué crees? —enarco una ceja—. Para una noche que dormimos juntos y me despierto así.

—Mira... sabría que te enojarías —suelta un suspiro.

—Como para no hacerlo —bufo.

—Hice tu postre favorito —una sonrisa de oreja a oreja se hace notar en su rostro—¿Quieres?

El saca de detrás de sí un pequeño plato con un trozo de Tiramisú y sigue con su sonrisa, sus ojos vuelven a achinarse. Tomo el plato y como un poco.

—Disculpas aceptadas —trago—. Pero igual sigo enojado.

Él bufa.

—Me lo merezco...

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