42: Lily

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-¡Señorita Fubuki!- Dijo Lily al ver como caía al suelo su jefa después de salvarle la vida.

Comenzó a ver a sus alrededores, todo estaba destruido, solamente había escombros, los metales seguían al rojo vivo, pero no podía quedarse ahí, tenía que movilizarse a ella y a su jefa.

Agarro uno de los brazos de Fubuki, lo puso alrededor de su cuello y aunque se mancho de sangre no le importó y comenzó a caminar.

Aunque era fuerte para ser una niña de 14 años, Fubuki era muy pesada, por lo que durante mucho camino la tuvo que arrastrar.

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-Por fin, parece que una parte de Ciudad K todavía está bien- dijo al llegar a una parte todavía de pie.

-(Conozco está zona, está cerca un centro de salud)- pensó mientras continuaba arrastrando a su jefa.

La zona estaba completamente vacía, lo cual hacia evidente una evacuación apresurada de todos.

Llegó al centro de salud, el cual estaba cerrado, pero esto no detuvo a Lily, la cual agarro una piedra y rompió el cristal de una ventana.

Después de retirar los vidrios rotos del marco, logro pasar a Fubuki al interior.

La continúo arrastrando hasta llegar a una habitación y con el doble de esfuerzo la recostó en una cama que había ahí.

La dejó ahí y se puso a buscar medicamentos, encontrando vendas, algodón, alcohol y algunas pastillas para el dolor de cabeza.

Mojo un poco de algodón con el alcohol, para después comenzar a limpiar la frente de Fubuki, la cual seguía escurriendo sangre.

Después de limpiar su cabeza le puso una venda, y siguió buscando heridas.

Lo siguiente de lo que se percató fue de quemaduras en sus manos debido al poder que tuvo que contener, por lo que también las limpio y vendo.

El caso de las piernas era bastante menos grave, solamente con unos raspones debido al tiempo que fue arrastrada, por lo que siguió de nuevo el mismo procedimiento.

Después de terminar se reviso a si misma, solo estaba un poco manchada de sangre pero sin tener heridas abiertas, así que solo se limpio lo que pudo.

Estaba muy agotada así que se acostó en la misma cama donde estaba Fubuki, aunque no pudo dormir bien.

Cayó la noche y los monstruos salieron de los agujeros donde se escondían, se escucharon gritos, ladridos de perros, ventanas rompiéndose, pasos en algunos pasillos, y sobre todo risas, muchas risas.

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Se levantó a la mañana siguiente, aún cansada pero con hambre.

Dejo a Fubuki ahí y salió del cuarto con precaución de no llamar la atención.

Estaba muy segura de que los monstruos de ayer solo estaban de paso, pero no quería tener ningún tipo de sorpresas.

Llegó a una máquina expendedora y al darse cuenta de que no llevaba dinero, así que rompió el cristal protector y se escondió en una habitación cercana.

Al ver que nadie intento matarla, salió de ahí y tomo todo lo que pudo y regreso a su habitación.

Se sentó a un lado de la pared y tomo un jugo, después agarro unas galletas y siguió comiendo, hasta que se terminó todo lo que traía, por lo que fue por más.

Dejo todo a un lado y se volvió a acostar pues seguía cansada.

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Fubuki despertó, con un dolor de cabeza muy fuerte, así que por instinto se tocó la frente, encontrando la venda que la cubría, y también notando las vendas de sus manos.

Se intentó levantar pero cayó rápidamente gracias a sus heridas en los pies y la debilidad de su cuerpo.

La caída despertó a Lily, la cual se levantó rápidamente.

-Señorita Fubuki, no puede salir de la cama, necesita descansar- Dijo levantandola y subiendola a su cama.

-Lily, ¿que fue lo que pasó?

-Despues de que se desmayó, tuve que traerla a este centro de salud- dijo agarrando las pastillas que encontró hace unas horas y un jugo de la máquina expendedora- tomé.

Fubuki se tomó las pastillas y después el jugó.

-¿Que paso con los demás?

Lily se quedo callada, pero su silencio dijo más de mil palabras.

-Necesita dormir, y yo también- se acostó a un lado- descanse señorita Fubuki.

Fubuki se lamentó en silencio por un largo rato, hasta que se quedo dormida.

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Bueno chavos, hasta aquí el capítulo de hoy, perdón por no subir nada ayer, pero se me borró la mayor parte de este capítulo cuando estaba a nada de publicarlo.

Espero lo hayan disfrutado, comenten que les pareció.

Sin nada más que decir más que adiós, así que, adiós.

Imparable: Saitama villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora