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Capítulo 34: <S.O.S>; Balbo con Secco.

Era media mañana cuando Jimin sintió la molesta luz entrando por la ventana, hace rato el sol ya había salido, pero Jimin tenía demasiado sueño para levantarse a cerrar las cortinas.
No se había dado cuenta de la presencia de un individuo de pelo color menta en su cama hasta después de unos minutos en los que sintió el peso leve de un brazo rodeandolo con fuerza de la cintura, sonrió viendo las manos marcadas de Yoongi con sus tatuajes y anillos y cerró los ojos disfrutando del momento un poco más.

—Buenos días enanito dormilón.

—Ya me había despertado, pasa que está cómodo.

_¿Soy cómodo?

—Sí, a parte siempre estás calentito.

Yoongi sonrió y luego se estiró como gatito, Jimin lo encontró tan tierno que casi se cae de la cama.

—¿Qué querés desayunar?

—¿A las doce del mediodía?

—Es sábado, en esta casa no hay horarios los fines de semana.

Yoongi sonrió y bajó las escaleras junto a Jimin, su mamá se encontraba sonriéndole al teléfono, disimuló cuando vió a Jimin llegar a la cocina.

—¡Qué graciosa tía! gracias por llamar desde Paraguay, ¡de seguro te quedas sin crédito! Bueno sí, le mando tus saludos justo acaba de levantarse. Hablamos después, besos, te quiero.-Dijo y colgó.-¡Hijito buenos días! ¡Hola Yoongi! Gracias por traer a mi nene a salvo anoche ¿¿Quieren desayunar algo??

—¿Qué te pasa y por qué estás tan feliz?

—¿Qué no escuchaste? ¡¡llamó tu tía de Paraguay!!

Jimin la fulminó con la mirada, fruncía las cejas mientras pensaba. Él no tenía ninguna tía en Paraguay.

—Hablamos más tarde, espero que sepas que mentir está MUY MAL. En esta familia no mentimos.

Su mamá asintió boquiabierta y Yoongi la miró preocupado, Jimin podía dar mucho miedo a veces.

—¿Entonces? ¿qué te gustaría desayunar mi Yoonnie?

Yoongi casi se desmaya ahí mismo con el "mi", a la vez, le sorprendía la forma en la que Jimin había pasado de ser el Jimin sádico enano que intimidaba y daba miedo a ser su tierno Jimin amoroso y considerado en segundos. Era increíble.

—Y-yo...lo que vos quieras está bien Jiminnie.

Jimin soltó una carcajada y luego se acercó a Yoongi para dejar besos por toda su cara mientras la sostenía con sus pequeñas manos.

—¿Qué pasó? antes te hacías el galán y ahora te pones tímido
¿A caso te pongo nervioso Min Yoongi?

—Para nada, me pone nervioso el hecho de que oficialmente seas mi novio después de tanto que llevaba deseándolo, definitivamente imaginarlo es otra cosa comparado con esto.

Jimin le sonrió y volvió a besar sus labios, nunca imaginó que sería Yoongi el que lo haría sentir que podía sacar todo su amor sin vergüenza ni miedo de que sea demasiado.

Prepararon su desayuno, el día estaba soleado y caluroso, ideal para algo fresco. Jimin tenía unas frutillas que su mamá había comprado, había traído demasiadas con la excusa de que "al fin era temporada de frutillas" y no podían desperdiciar la oportunidad, así que juntos tomaron algunas y las pusieron en la licuadora con un poco de leche y hielos pequeños que luego se convirtieron en escarcha, dándole el toque perfecto a ese licuado de frutilla, el cual acompañaron con unos sanguchitos de miga que les recordaron a cuando iban a cumpleañitos infantiles de chiquitos.