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Capítulo 26: La vuelta al mundo.

Jimin despertó de su siesta, el colegio había suspendido las clases por fumigación, al parecer una rata había invadido los salones de música y muchos alumnos quedaron tan preocupados que los directivos tuvieron que tomar ciertas medidas... especialmente por la madre de un estudiante de primer año que se había desmayado y varios padres de alumnos que hasta llegaron a vomitar, una desgracia que se había llevado escenas increíbles y cientos de videos que recorrían los celulares del resto del alumnado sediento de caos, la mayoría estallaba con aquel chico que se había armado de valor e intentaba matar a la rata con una silla sin si quiera darle a un punto cercano, mientras esta huía a las manos de otro niño con una manzana el cual salvó el día metiendo al pequeño animalito a su mochila con extremo cuidado.

Un año bastante increíble en esa secundaria en la que aún no encontraban al responsable de los fuegos artificiales días atrás, quienes suponían que con el problema de la rata, su pequeña travesura quedaría olvidada.

Allí se encontraba uno de los responsables, tirado en la cama, quejándose de la música fuerte que lo había despertado.

—¿Quién mierda escucha rock a esta hora?

Ni si quiera sabía por qué se lo preguntaba, entre el resto de sus vecinos bastante ancianitos y el de la esquina gran fanático de Madonna su única opción era...

—Yoongi. No me sorprende.

Pero él no iba a quedarse atrás, asi que se puso ropa más decente que ese tonto pijama de mostachos y sacó al balcón su pequeño parlante al que llamaba...

"Chiquito pero peligroso."

Y entonces empezó una fuerte pelea entre Britney Spears y Nirvana, era como si ambos artistas tuvieran en sus manos una gran genkidama que le lanzarían al otro.

La pelea estaba igualada, ambos aumentaban el volumen al mismo tiempo, un vecino que paseaba a su perro nunca imaginó que algún día en su vida escucharía un mashup tan ridículo como el que hacían en este momento Lady Gaga y Kurt Cobain.

Jimin era muy fanático de las "diosas del pop" como él les llamaba, mientras Yoongi bueno...mientras más pesado mejor.

La pelea terminó cuando increíblemente la voz de uno de los íconos del pop de Jimin fue silenciada con el instrumental de una canción de Slipknot, se dió por vencido con esos extraños ruídos que casi matan al chihuahua de la señora Keller.

—¡JA! GANÉ.—gritó el rubio desde su balcón, Jimin lo fulminó con la mirada y fue directo a bajar las escaleras.

Y se repetía la historia de siempre, Yoongi corriendo de un Jimin bastante amenazante con sus maravillosas manos pequeñas ideales para las cosquillas, malditas manos de bebé.

Hicieron una pausa, ambos tirados en el suelo de la calle con la respiración agitada y un pulmón a punto de estallar.

—Ya que no me ganaste vas a tener que aceptar todo lo que te proponga.

—Uno, no me ganaste y dos, ni en pedo, me vas a proponer comer caca de perro o algo porque sos un desalmado y yo en vos no confío.

—No te hagas si me vivís diciendo que confiás mucho en mi, a parte te va a gustar la propuesta.

—Mientras no sea una propuesta indecente como la de Romeo Santos...

—No tengo plata para invitarte una copa y si me acerco a tu boca seguro me sacás un diente de una cachetada.

—Mmmm puede ser....

—Hay una feria a las afueras de la ciudad, me enteré gracias a Seokjin, por lo que se ve no va mucha gente, justo como nos gusta.