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Yoongi en realidad no entendía por qué era él quien corría ahora por toda la calle del rubio gigante que lo venía siguiendo tres cuadras atrás, digamos que no era el que estaba mejor físicamente, quizás hasta Chris tendría más ventaja ahora que él, que casi sentía al nieto (falso) de la abuela Chu respirandole en la nuca. Diosito por favor, ayudame, si me atrapa esta bestia me mata. Pensó. Bastante hipócrita de su parte, ya que Yoongi era ateo, pero en fin, ante situaciones desesperadas medidas desesperadas ¿no?
Y entonces el foquito se le iluminó, dió la vuelta a la manzana y de "Dios sabrá dónde" sacó las últimas fuerzas para pegarle el pique de maratón de su vida, recordó las cientos de veces que jugó a la embopa por esas calles de chico y la pequeña falla a mitad de cuadra de la vecina loca de la vuelta, había una bajada que prácticamente ni se veía, esa en la que Jimin se había tropezado millones de veces, en una ocasión hasta se abrió la rodilla.
Yoongi corrió y saltó al llegar a la bajada empinada, cerrando los ojos cuando unas manos rozaron su ropa levemente. Después de eso siguió corriendo sin parar, como pudo volteó la vista, la bestia que lo perseguía se había caído y frotaba sus piernas con una expresión de dolor.
Festejó a penas sacudiendo las manos desde lo lejos con las llaves del auto que se meneaban de un lado al otro, sabía que se podía comer una denuncia por lo que estaba haciendo, pero era todo por la abuela Chu.
Llegó de nuevo a la casa de la abuela Chu donde se había armado un revuelo bárbaro entre casi ya todos los vecinos del barrio, miró sorprendido lo que estaban causando y se encontró con los ojos de Jimin que de a poquito se cerraban acompañando a una gran sonrisa.
-Lo hiciste, yo sabía que podías.
-Si...bueno...digamos que casi muero en el proceso pero me recuperé.
-¿Y las llaves?
-Acá las tengo, igual no sé cuanto pueda pararlo ni cómo. Estoy seguro de que va a volver a perseguirme o peor, si se aviva llama a la policía y caemos todos en cana.
Jimin miró a su novio preocupado, tomó las llaves y se dirigió hacia la abuela Chu, quien lo miró confundida cuando el menor tomó una de sus valijas y escondió ahí las llaves del auto.
-Listo, no tiene pruebas y las llaves están en la valija de su propia abuela, ni se va a enterar.
Yoongi sonrió tomándole de las manos y atrayendolo a un suave beso con sonrisas de por medio, la abuela Chu los miraba contenta desde lejos, sabía que la situación era complicada y lo mejor sería irse para que ya no tuvieran que cargar con ella, pero si era un poquito más egoísta, tenía que admitir que iba a extrañar demasiado a esos dos jóvenes chicos llenos de alegría que le daban calor a su alma.
Cuando el nieto de la abuela Chu llegó bastante cansado y con la respiración demasiado pesada todos lo miraron, Jimin corrió a su casa y le tendió su inhalador sin decir nada, el chico no era asmático, pero tomó el medicamento entre sus manos y lo inhaló igual, sintiendo su respiración calmarse de a poco.
