Taegi|| Realeza

[04]

La Reputación de la familia Min había quedado por los suelos cuando la noticia sobre lo sucedido en la fiesta se dio a conocer. Ya por la casa de la mujer ya ni se aceraban muchos pretendientes para conocer a las hijas bonitas de ella. Algunos lo hacían; pero provenían de otros países vecinos que no estaban muy al tanto de la situación y pasaban solo para ver a las hijas, mientras Yoongi al ser el deshonrado había decidido quedarse encerrado en su cuarto.

Con el pasar de los meses los rumores empezaron a desaparecer y ya no se le tomó mucha importancia al asunto, las hermanas quedaron libre de cualquier mala reputación ofrecida; pero Min Yoongi no, nadie llegaba por él para tomar su mano y hacían como si no existieran los demás Kardeht, las hijas de la señora Min que con el esfuerzo de su madre lograron empezar ser cortejadas por personas importantes de nuevo.

Aquella mujer no se dio por vencida, no estaba lista para ver a sus hijas caer en la desgracia. Había tratado de hablar bien de su hijo, de que era bueno en el piano entre otras cosas.

<<Tiene unas hijas señora Min-habló un hombre que era vendedor de joyas—aquel tipo tomó un postre y le dio una mordida—Hmm, esto está rico, debería felicitar a su cocinera.

La vampira ofreció una gran sonrisa—Lo hizo mi hijo, que es un vampiro categoría O, es bueno en la cocina entre muchas cosas ¡Incluso sabe tocar muy bien el piano y-...

—¿No es su hijo ese vampiro que fue deshonrado?—la señora Min dejó de sonreír—. No me interesa un hombre que ya no es casto, usted comprende verdad, la mercancía debe estar intacta.

—Mi hijo es inocente, lo que dijo ese Duque es una vil mentira—defendió la mujer.

—Si todavía saca el nombre de su hijo a pesar de ser vetado por la familia, supongo que usted no tiene un poco de vergüenza. El único que tomaría a su hijo sería de esos hombrer que agarran a las putas—rió aquel tipo.

Las hermanas de Yoongi subieron el rostro y contemplaron a su madre, haciendo un gesto de disimulo con el dedo que ninguna estaba interesada en ese hombre. Así que la señora Min solo bajó su rostro con pesar para luego contemplar a sus hijas—. Le pediré que se retire, es muy tarde y hoy ha sido un dia ajetreado—comentó aquella mujer para señalar en dirección de la puerta soltando un suspiro con pesadez.>>

El sonido de unos pasos se hicieron presente y la puerta de la sala común se abrió, ingresando la ama de llaves.

—Mi señora—habló su doncella personal—tiene visita.

—¿Visita?—preguntó extrañada aquella mujer.

Sus demás hijas subieron el rostro sorprendidas, ya que todas estaban en la sala común, allí se ponían a platicar, leer en familia, tocar el piano o bordar juntas y conversar. Claro, Yoongi en esos últimos 5 meses no había participado ya que se quedó escondido en su cuarto sin salir, no se atrevía a ver el rostro de su madre y se negó a ver también a alguien mas que no sea su doncella personal.

—Así es mi señora.

—¿Y se puede saber quién es, algún otro interesado en la manos de mis hijas?

—Es el Conde Kim Taehyung.

Todas las chicas dejaron de hacer lo que hacían e incluso la señora Min subió su rostro de un golpe, se miraron sorprendidas entre ellas por aquella inesperada visita.

Kim Taehyung contempló las pinturas de aquella sala de visita, miró la decoración y suspiró mientras sostenía entre sus manos su sombrero, empezó a girarlo un poco impaciente, la puerta del cuarto se abrió ingresando la señora Min.