Taegi|| Realeza

[18]

Taehyung bajó de su coche y se quitó su saco bastante cansado, ya que venía de resolver unos problemas políticos que se dieron en el segundo pueblo que estaba a su cargo,al ingresar su mayordomo tomó su saco largo y se lo quitó—Bienvenido de regreso, Conde—habló aquel hombre con sumo respeto—.Ha pasado una semana.

El Sangre pura le ofreció una media sonrisa, hace siete días que no había regresado a la mansión y se tuvo que hospedar en un hotel ya que ciertos asuntos se complicaron.

—Gracias Vernon ¿Cómo ha estado todo por aquí?

—Todo bien, el médico vino a ver al joven Min como usted lo indicó, él parece estar bien de salud y con mucha energía.

—¿Y qué está haciendo ahorita qué-...—escuchó unas pisadas y como Min Yoongi apareció por las escaleras muy agitado.

—¡Joven Conde no corra en los pasillos, es peligroso que se resbale!—gritó Joy asustada y preocupada por el chico.

Min Yoongi al ver a su esposo que había regresado después de tantos días sin decirle nada, rompió a llorar y limpió sus lágrimas sin saber la razón del porque se sentía aliviado de ver ese rostro. Bajó las escaleras apresurado casi tropezando en ellas, los demás sirvientes al darse cuenta que el tipo estaba con ropa de dormir, desviaron su mirada viendo a las paredes y así respetar, dado que estaba mal visto que anduvieran con poca ropa fuera de sus propios cuartos.

Yoongi abrazó a Taehyung rodeando sus manos alrededor de la cintura de su esposo aún llorando. El mayor miró a su mayordomo sin comprender y el tipo solo se cohibió de hombros, para dar dos golpes suaves en sus manos y ordenar a las sirvientas que se retiraran. la vampira de cabellos rubios frunció el ceño y mordió el interior de su mejilla celosa de aquella escena.

Joy llegó un poco cansada y respiró con profundidad tratando de agarrar aire.

—Conde, lo siento mucho, traté de detenerlo pero cuando escuchó que venía, salió corriendo del cuarto en esas fachas.

—Está bien Joy—habló con tranquilidad el Conde que rodeó sus manos por la espalda del menor—, Joven Min, buenas noches—susurró con una voz calmada.

—¿Qué se había hecho?—preguntó el menor alzando el rostro dejando ver su rostro triste—¿Por qué no avisó que no vendría en estos días?

—No pensé que fuera algo importante...—notó el rostro molesto del más joven—. Sucedió de imprevisto,las cosas se complicaron y no me quedó tiempo para avisar, lo siento mucho—Taehyung puso sus dos manos en las mejillas de su esposo—, no volverá a suceder,lo prometo—luego sonrió un poco divertido—¿Estaba preocupado por mí?

Yoongi gruñó y empujó al Conde para cruzar sus brazos.

—¡No, que va! Solo que como esposo, me parece muy irrespetuoso de su parte al no avisar—comentó terminando con un puchero inconsciente y limpiando sus lágrimas.

—No lo haré de nuevo, lo prometo.

—Haga la promesa por el dedo meñique—dijo mostrando su dedo y estiró sus brazo dejando ver una capa de sonrojez en sus mejillas, Taehyung afirmó para unir su dedo con el ajeno y cuando estuvieron entrelazados, agarró la muñeca de Yoongi y lo jaló hacía él ofreciendo un beso de labios bastante largo. Yoongi se estremeció y cerró sus ojos al sentir de nuevo el aroma del hombre. Ah, por fin se sentía calmado y la calidez volvía a él.

—Es tarde, así que descanse joven Conde—le ordenó Taehyung para soltar a Yoongi y le hizo un gesto a Joy para que tomara al chico entre sus manos y se lo llevara.

Es así como la doncella cumplío llevandose casi a rastras al joven Yoongi, quien se giraba a era su esposo una y otra vez un poco preocupado y tratando de adivinar si el hombre se iría rápido a la cama o se quedaría haciendo algo más a altas horas de la noche.