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Yoongi estaba comiendo su fruta con miel aquel sábado en la mañana, ese días los empleados estaban bastante ocupados ya que en la noche harían la fiesta que Kim Taehyung tenía planeada, el joven se metió un poco de sandía y masticó con cuidado. Joy se mantenía arreglando la cama, el joven quiróptero suspiró al recordar el divorcio, agachó su rostro.

—No puedo ver el rostro de mi esposo...me siento incapaz de sostener la mirada con él. Cuando lo hago, me siento pequeño, frágil y no puedo evitar llorar—comentó y tomó su leche, dando un sorbo—. ¿Cómo tendré un matrimonio con normalidad?

—¿Por qué se siente así?—preguntó sin comprender la doncella que se acercó al menor—. El Conde no quiere hacerle daño, tal vez hizo cosas feas en su pasado; pero se ve tranquilo, sus sirvientes lo aman y siempre que vamos al pueblo, los humanos hablan bien de él.

—No puedo explicarlo, siempre que lo veo yo me siento...inapto—Yoongi tomó una fresa para morderla con lentitud, desvió la mirada.

—¡Aún hay muchas formas para tener su corazón! debe hacer que el conde se enamore de usted y-...

—Pidió el divorcio.

Joy se quedó en silencio al escuchar aquello, Min Yoongi trató de contener el nudo que tenía en su garganta; pero no pudo más cuando rompió a llorar desviando la mirada a la pared: ¿Cómo iba a ver la cara de su madre si se enterara?

La puerta del cuarto fue tocada, Yoongi limpió sus lágrimas y fingió comer mientras Joy contemplaba con suma tristeza a su amo al escuchar aquella noticia, donde fuera que su amo se encontrara, ella lo seguiría incluse en la muerte.

—Joven Conde, el amo lo manda a llamar, quiere que vaya a su oficina—habló Yoona con voz tranquila.

Yoongi afirmó con lentitud y se levantó para dar una gran inhalada de aire, tranquilizando su mente y cuerpo: ¿Por qué ese hombre lo llamaría a tan buenas horas de la mañana?



Taehyung se encontraba contemplando el jardín desde la ventana de su oficina, escuchó la puerta ser tocada y luego abrirse—.Mi señor, ya está aquí el joven Conde— habló Yoona viendo la espalda de aquel hombre que tenía sus manos reposadas y juntas. Taehyung le hizo un gesto y ella comprendió que era para que el chico ingresara. Yoongi ingresó, vio la espalda de aquel hombre y bajó su mirada, presionando sus dedos.

—¿Me llamaba, Conde?

—Esta noche habrá una fiesta—el vampiro se giró para sentarse en su silla, contempló a Min Yoongi de pie a cabeza viendo al chico con el rostro bajo, suspiró para tomar su pluma empezando a escribir en una página blanca—. Tendremos importantes invitados, tienes que estar presente, así que mandé hacerte un traje—señaló en dirección de una silla, Yoongi dirigió su mirada a la derecha, viendo un traje extendido sobre el sofá que se mantenía en aquel cuarto, se acercó con curiosidad.

—¿Es para mí?—preguntó un poco dudoso. Notó la mirada de Taehyung sobre él, así que agachó el rostro contemplando aquella vestimenta. Yoongi pasó su mano sobre la tela de la camisa, sorprendido de lo delgada y delicada que se veía, era seda blanca. Enarcó las cejas al ver el corsé amarillo—¿Esto está hecho de hilo de oro?

—Sí—afirmó aquel vampiro con un arqueo de ceja—. Mientras sigamos casados tengo una responsabilidad contigo. Eres esposo de un Conde, debes vestir como uno, esta fiesta es importante.

—Ahora entiendo porque los criados andan muy alterados—comentó rozando su dedo por el corsé.

Taehyung se levantó y se acercó a Yoongi; pero mantuvo una distancia notando como Yoongi contemplaba sorprendido aquella prenda de ropa. El menor subió su rostro notando de nuevo los ojos cielo del vampiro. Taehyung lo contempló por igual enarcando una ceja en el proceso, esperando que el menor dijera algo sobre la ropa que le compró; pero no obtuvo ninguna respuesta.

Taegi|| RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora