Ashton
Despierto sudoroso a causa de la pesadilla que suelo tener siempre desde aquel fatídico día. Suelto gruesas lágrimas y me las seco con las sábanas. Me siento con cuidado de no despertar a la mujer que tengo a mi lado y la detallo.
Luce como un ángel y me siento embelesado por ella.
Ayer sin duda fue uno de los mejores días de mi vida.
Antes de conocerla llevaba una vida vacía y estresante. Con constantes dudas, tirándome a cualquiera que me gustara, refugiándome en el alcohol y las fiestas para disipar un poco el dolor de mi pérdida.
James fue otro caso. Él se encerró en el trabajo y evadía a todos cuando le preguntaban cómo se sentía al respecto. Mi hermano y yo nos distanciamos después de todo lo que pasó. Nos alejamos de nuestros padres e hicimos una nueva vida en diferentes países.
Si tuviéramos el poder de regresar el tiempo atrás, habría evitado tal accidente, habría evitado el que ella...
No puedo ni siquiera decirlo. Para todos fue un suceso muy traumático. Las únicas personas que lo saben fuera de mi núcleo familiar son Harry, quién es mi mejor amigo desde la adolescencia, dos de mis mejores amigas y Marissa.
Me siento sumamente atraído por Mack y si no fueran por los estúpidos fantasmas que me atormentan, me abriría completamente con ella.
No puedo y eso me frustra. Quiero intentarlo y dar lo mejor de mí pero... Hay algo que me lo impide y es que Mack no pone de su parte. Me di cuenta ayer que desayunamos.
Sé identificar cuándo una persona se niega a sentir algo por otra, yo también era así.
Pero... puede ser que eso cambie con el paso del tiempo y estoy dispuesto a hacer todo lo que esté en mis manos para conquistarla.
Me voy a la ducha para disipar mis tormentos. Flashbacks de mi sueño siguen apareciendo y estrello el puño contra la pared.
¡Maldita sea!
Fue mi culpa... todo fue mi puta culpa.
Lloro escuchando nuevamente sus jadeos, sus gritos, recordando su último aliento. De no haber sido tan malditamente cobarde, la hubiera podido salvar.
Pero no, heme aquí con las cadenas del pasado, las cuales están aferradas a mí y no me dejan avanzar.
Me siento en la ducha y el agua fría cae empapandome de pies a cabeza completamente. No me interesa si mi ropa se arruina con ella.
Marilyn...
—Lo siento, lo siento tanto hermanita—Cubro mi cara con ambas manos y sollozo.
Lloro en la soledad del baño, sin un hombro en el cual apoyarme, sin palabras de aliento o alguien con quien desahogar este sentimiento.
Siempre ha sido así y estoy más que acostumbrado. Sé que con el tiempo sanaré y quizás pueda superar mis traumas.
Pero qué jodido saber que estoy solo en esto. Que a nadie le importa por lo que estoy pasando. Que a nadie le importe yo.
Mack
Despierto y doy un gran bostezo al aire.
—Jooodeeer me duele todo—Digo pero nadie me responde. Abro los ojos y me encuentro sola en el cuarto.
Pfff, qué manera de tener sexo.
Limpio el poco sudor de mi frente a causa del calor e intento sentarme. Mala idea.
Un cólico horroroso se instala en la parte baja de mi abdomen y me dobla del dolor. Seguido de esto siento que algo me moja.
—¡Maldita sea! ¡La regla!—Salgo con cuidado de la cama y me apresuro al baño. La ducha parece haber sido usada pero no hay rastro de nada. Hago mis necesidades y noto que no hay nada de sangre.
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Insaciable Deseo ©
ParanormalMack trabaja para una importante y prestigiosa Editorial en Madrid. Está harta de su vida cotidiana. Busca experimentar y ser un poco más atrevida, más rebelde, no importando las consecuencias. Todo empieza en aquel vagón del metro en dónde conoce...