A la mañana siguiente me levanto temprano, me visto con un pantalón negro holgado de vestir, una blusa de tirantes con encaje rosada, un blazer corto negro y tacones nude. Decido dejarme el cabello suelto en ondas y me maquillo ligero.
Acomodo mi cuarto y al ver el reloj me muevo rápido y salgo sin desayunar nada. Llego al metro y pienso que ya estaría bien empezar a ahorrar para comprar un buen auto. El portero Camilo me dedica un saludo cuando llego y subo las escaleras para ir a mi módulo por los documentos correspondientes.
Una vez los tengo en mano, me dirijo por el pasillo y en la puerta derecha con una plaquita plateada entro a la Sala de Juntas. Casi todos se encuentran dentro y me voy al lugar vacío que queda y es junto a Niel.
—No te ves tan mal—Dice por lo bajo. Sonrío y recibo la taza de té que Marina nos ofrece.
—Buenos días a todos—Saluda el Jefe desde la puerta—Por favor démosle la bienvenida a Ashton Pennisher—Tomo un sorbo a la taza luego de soplar y él se hace a un lado dejando pasar a...
Todo pasa en cámara lenta. Mi corazón se detiene una fracción de segundos y me mareo, el líquido siendo expulsado haciendo un estruendoso sonido y todos volteandome a ver por el extraño comportamiento.
¡Es el mismo hombre con el que follé ayer!
Johnson me da una mala mirada y por el contrario al que presentaron como Ashton, se queda estático en su lugar viéndome boquiabierto.
—¡Oh Dios perdón!—La vergüenza corre por mi sangre y agacho la mirada mientras que Niel da leves toquecitos a mi espalda, preocupado. Respiro con dificultad y toso cuando siento la garganta rasposa. Limpio el desastre que he provocado y no me atrevo a ver a nadie.
—¿Te encuentras bien Mack?—Pregunta Johnson. Alzo la mano con el pulgar hacia arriba y acomodo mis carpetas como si fueran lo más interesante del mundo.
"Por favor, trágame tierra".
—Bien, disculpen eso. Cómo ya saben, Ashton se encuentra hoy con nosotros para dar revisión al Área de Redacción. Preguntará acerca de sus dudas así cómo les hará preguntas sobre su desempeño diario en su puesto, así que pueden salir y tomar sus respectivos lugares en sus módulos y estaremos enseguida con cada uno de ustedes.
Todos se levantan de sus asientos y salen por la puerta en orden.
La vergüenza sigue en mí y alzo la mirada encontrándome con un par de ojos azules. Johnson dice que irá por una libreta para anotar unas cosas y también sale.
—¿Qué haces aquí?—Pregunta como si la respuesta no fuera obvia.
Me aclaro la garganta y me paro del asiento.
—Es muy lógico ¿No?—Alza la ceja interrogándome con la mirada por el tono tan brusco empleado—Trabajo aquí.
Él no sabe ni para donde mirar o qué hacer.
—¿Cómo se supone que vamos a actuar ahora? Ayer te follé y ahora me entero de que eres mi empleada—Frunzo el ceño y hago una mueca.
Claro que sí, justo tenía que ser con él.
Mi jefe. Mi superior.
Típico cliché absurdo.
Maldita sea, he roto la regla más básica e importante para mí.
—¿Cómo se supone? Pues vamos a actuar normal, como si no nos conociéramos. No cambia nada el que haya follado con usted, sigue siendo un desconocido para mí—Trato de ser lo más seria y convincente posible y no sólo por él, sino por mí que si no actúo como si nada hubiera pasando, sospecharán de que algo pasa y empezaran con su mierda absurda de chismes.
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Insaciable Deseo ©
ParanormalMack trabaja para una importante y prestigiosa Editorial en Madrid. Está harta de su vida cotidiana. Busca experimentar y ser un poco más atrevida, más rebelde, no importando las consecuencias. Todo empieza en aquel vagón del metro en dónde conoce...