Capítulo 43

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Ashton

Al otro día Mack se levanta con mucho ánimo, uno exagerado, diría yo. Hacemos el amor y me meto a la ducha al ver que ya vamos un poco tarde a la Editorial. James, me envió un mensaje diciéndome que necesitaba verme con urgencia, así que lo veré en mi oficina.

¿Qué querrá ahora? Si me dice que es algo de su boda le patearé las bolas.

—Vamos, amor, estoy lista para irnos—Mack rompe el camino de pensamientos que surgen en mi cerebro y espabilo enjuagandome el cuerpo. Veo mi abdomen y sé que tengo que retomar el ejercicio de nuevo. Termino y cierro la llave para después enrollarme en una toalla, cubriendo mi desnudez. Salgo y abro la puerta a la habitación de mi novia.

—¿Qué tal estoy? Siempre guapo ¿No?

—Sí, aunque....ya no estás tan guapo como antes, no sé que te está pasando cariño—Frunzo el ceño y veo como se coloca los pendientes.

Es preciosa.

Lleva un pantalón negro, con un corsé de encaje color vino y un saco negro. Se pone sus zapatillas y levanta una ceja en mi dirección. No puedo quitar la mirada de ella. Estoy adicto a su imagen.

—¿Ya acabaste o necesitas más tiempo para detallarme?—Esto acaba de ser un ¿Dejà vú? Sonrío y dejo caer la toalla enroscada en mi cintura. Su mirada se fija en mi miembro y cruzo los brazos, tentandola.

—¿Ahora quién es la que no deja de mirarme?—Aparta la mirada avergonzada y me lanza una almohada.

—Tápate Ashton, no seas exhibicionista—Me voy contra ella y la sujeto de la cara.

—No has visto de verdad lo que es ser exhibicionista—La suelto y le guiño el ojo mientras me visto. Le pedí a Martín, mi chófer, que trajera ropa de mi casa la noche anterior. Esto se está tornando adictivo, pero si quiero que mis planes avancen, tendré que convencer a Mack de vivir conmigo.

—¿Qué se te apetece desayunar? Llamaré al restaurante que quieras y pediré que lo lleven a la Editorial.

—¿Lo que yo quiera?

—Lo que quieras muñeca—Se acerca a mí y me da un beso en los labios.

—Mmm, mi desayuno lo tengo frente a mí—Ah, me salió picarona mi chica.

—¿No te basto con el mañanero que te dí?

—Nunca me canso de ti, ya deberías saberlo cariño—Me excita que sea tan honesta.

—Ya enserio, ¿Qué quieres de desayunar? Porque no puedes comerme en la Editorial, no después de lo que pasó.

—Muffins y batidos está bien—Le sonrío y le doy un beso en la mejilla. Me encanta.

Juntos salimos de su departamento ya vacío y nos dirigimos a la Editorial. Mientras llamo a la pastelería favorita de mi chica. Registramos la entrada y cada quién se va a su área correspondiente.

Abro la puerta de mi oficina y James ya me espera dentro junto con Dominic, mi asesor financiero. Su rostro refleja más seriedad que lo habitual y camino hasta quedar sentado frente a ellos.

—Ashton, bueno volver a verte, ha pasado un tiempo—Saluda Dominic intentando ser amable y yo solo asiento con la cabeza.

—¿Qué noticias tienen para mí?—Entrelazo mis manos y espero una respuesta. Se miran y James aclara la garganta antes de hablar.

—Me tomé la libertad de contratar a un investigador financiero privado, un contacto que tengo desde hace tiempo, para que llevara tu caso. No tardó mucho en dar con la persona responsable, y ahora ya tenemos la información necesaria. Todo el proceso que hagas es completamente tu decisión. Dominic, corroboró los datos en el sistema y opina lo mismo que yo. Cárcel definitiva para esta persona, a menos que quieras dar otro tipo de escarmiento público—Se me queda viendo y cojo aire.

Insaciable Deseo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora