Capítulo 14

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Ashton

La veo irse y yo sólo tiro de mi cabello completamente frustrado y sintiéndome como un imbécil celoso de otro.

—¡¿Qué es lo que están viendo?!—Les grito a las personas que no dejan de conglomerarse y algunos se ríen al ver mi  patético estado.

Menuda mierda.

Empujo cuerpos y salgo a toda prisa del hotel.

Mi teléfono vibra con la llamada de Valentina, la chica con la que estaba pero simplemente la ignoro.

Se me ha amargado la noche.

¿Qué carajos es lo que estoy haciendo?

No puedo ir por la vida celando a alguien que no es completamente mía y tiene razón al decirme que soy un idiota, porque es lo que estoy demostrando ser últimamente.

Me dirijo al bar más cercano, con la ayuda de mi chófer personal y pido una botella de tequila. Me voy a la planta alta que tiene una espectacular vista al mar y sólo hay pocas personas bebiendo en la improvisada terraza.

Me traen la botella junto con un vaso y una cubeta de hielos. Me lo preparo como me gusta y bebo de él quemando de inmediato mi garganta.

Desde que estuve con Mack la primera vez no la deje de pensar, luego al enterarme que trabajaba en mi Editorial me hacía sentir de una manera indescriptible, las demás veces que cogí con ella fueron maravillosas.

Pero ¿Qué siento por ella?

No es cómo otras chicas a las que me follo y ya está. No es como otras veces en las que no me importa si las dejo tiradas o no. Sí, admito que he sido un patán rompe bolas, un mujeriego sin escrúpulos y alguien a quien le vale mierda todo lo relacionado al sentimentalismo.

Entonces ¿Por qué ahora es diferente con ella? ¿Qué tiene ella que otras no?

Me da rabia ver a otros intentando acercarse a ella, intentando llamar su atención. Me da rabia que la deseen, que la añoren, que les guste.

Y yo no puedo estar con ella.

—¡Joder!—Grito y los demás se me quedan viendo como si estuviera loco y me importa un carajo, porque creo que lo estoy.

Estoy loco por ella.

Yo creía que era solo la lujuria de tenerla para mí, de que gimiera para mí, de que se corriera por mí.

Pero ya no es así y eso lo confirmé desde que dormimos juntos sin tocarnos un mísero cabello.

Definitivamente me gusta.

Mack Henderson me gusta.

Toco mi frente sudorosa, miro mis nudillos de la mano derecha rojos por el puñetazo y vuelvo a tomar de mi vaso.

Me sirvo 3, 4, 5... vasos de tequila y sus efectos empiezan a hacer de las suyas. Mi visión se nubla y yo solo tengo a alguien en la mente, solo tengo una imagen, solo la veo a ella sonriendo o haciéndome una mamada.

Es que es preciosa.

Sus piernas esbeltas y estilizadas llegan a mi mente, su trasero abultado y sus tetas me golpean y yo siento como algo cobra vida en mí. Siguen llegando flashazos de su cuerpo y cara a mi mente.

Siguen llegando los recuerdos de nuestras veces juntos.

¡Puta mierda! ¿Por qué siento esto ahora? ¿Por qué con ella?

El pantalón me aprieta y llega a un punto donde me  lastima. Tengo que sacarlo ahora.

Tengo que saciarme.

Insaciable Deseo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora