Insaciable Deseo ©

Capítulo 9

Llego al aeropuerto diez minutos antes de la hora acordada y me encuentro con Ashton en una llamada. Viene vestido con pantalones grises, camisa blanca desabotonada, mocasines y lentes oscuros. Su cabello luce desordenado y está  guapo como siempre. 

Paso por enfrente de él y ni siquiera me detalla. No se inmuta ante mi presencia. Se para del asiento en el que se encuentra sentado y se dirige al pasillo. Se detiene y voltea hacía mi dirección guardado su móvil en el bolsillo. 

—No tengo todo el tiempo del mundo, ¿Nos vamos?—Su voz es áspera y yo frunzo el ceño ante su extraña actitud.

¿Qué le pasa ahora?

Camino en su dirección con la maleta sencilla y me pregunto por qué él no trae una. 

Al final del pasillo nos topamos con unas escaleras y las bajamos saliendo a otra parte de la pista. Un jet nos espera y abro mi boca con asombro. 

—¿Viajaremos en este?—Pregunto embobada sin dejar de detallar el pequeño avioncillo.

—No, viajaremos en aquel—Señala un carrito que transporta el equipaje de otros pasajeros. Yo ruedo los ojos fastidiada y él solo me ve con burla—Es obvio que viajaremos en el Jet. 

—¿Pero qué hay de los boletos  que imprimí?—Digo sacándolos de mi bolso.

Se encoge de hombros—Supongo que pensaste que viajaría en clase turista, pero para qué si tengo mi propio avión—Inclina su cabeza hacia a un lado—Si tú gustas irte en el otro, adelante, no te detengo. Yo viajaré con comodidad y lujo. 

“Ah claro, el señor humildad hablando".

—Gilipollas—Mascullo.

Saluda a un señor de mediana edad que se prepara para subir y éste voltea viniendo a mi dirección. Me saluda y coje la maleta para posteriormente subir por las escalerillas del jet. Ashton hace un ademán para que suba y así lo hago entrando en el interior. 

A nuestra derecha, se encuentra el señor quién me parece es su chófer personal y una azafata, los cuales nos sonríen amablemente.

Me sitúo en el asiento de la ventanilla y Ashton se sienta frente a mi sin voltear a verme. 

De nuevo. 

No hago nada y sólo espero a que despeguemos. 

Recibimos las instrucciones por parte del piloto y yo trato de relajarme cerrando los ojos. 

EL jet se empieza a mover y me sostengo del asiento con los nervios a flor de piel. No me gustan tanto los aviones, y el que este sea más pequeño, hace que mi ansiedad incremente. El despegue me tapa los oídos y me mareo un poco. 

Estando en el aire y una vez estabilizados, abro los ojos encontrándome a la misma chica hablando con Ashton. 

Es preciosa y ella lo sabe, pues le coquetea con  leves sonrisas que le lanza. Volteo los ojos y miró por la ventanilla. 

—¿Y para usted señorita?—pregunta. Volteo a verla confundida.

—¿Perdón?

—¿Gusta que le traiga alguna bebida o algún snack? Contamos con gran variedad de papas fritas, cacahuates o pastelillos si prefiere lo dulce.

—Solo agua simple, por favor—Ella me sonríe amablemente y yo me volteo nuevamente hacia la ventanilla. 

No quiero ver como Ashton le sonríe.

¿Celosa?

No.

—¿Algo más?—Vuelve a preguntar con voz dulce.