Mack
Después de la velada, Ashton me acompañó hasta mi habitación y me dió un tierno beso cerca de los labios. Ambos nos sonrojamos y nos quedamos en silencio. Me recordó que mañana regresaríamos a Madrid, por lo que me pidió tuviera todo listo. Entro al cuarto flotando entre nubes y me doy de coscorrones al estar sintiendo lo que siento.
Maldita sea.
Mis fantasmas aparecen y suelto las rosas como si éstas quemaran bajo mi piel.
"Un corazón roto tendrás y una decepción más enfrentarás. Te engañarán y peor te volverás"
No... por favor no.
"Es sólo una jugarreta de mi cabeza, sólo eso"
—Estaré bien, Aaron está en el pasado. El sufrimiento causado por él quedó en el pasado. El dolor ya pasó—Susurró a manera de mantra.
Flashbacks de mi yo en el pasado vienen a mí.
Llorando y gritando a altas horas de la madrugada por un corazón hecho añicos, teniendo depresión y ansiedad por todo, yo encerrada cuando amigos me invitaban a fiestas. Yo comparandome con otras personas pensando que era insignificante e insuficiente. Yo viendo a Aaron siendo un infeliz, expresando su libertad y su felicidad con cuanta mujer se le pusiera en el camino. Cory levantándome del piso drogada por los antidepresivos, llevándome a urgencias en medio del desespero y la angustia.
Olvidar.... Era lo único que quería. No sentir más dolor. No sentirme como una pila de basura.
Mi nuevo objetivo, nunca volver a sentir nada por un maldito hombre.
"Y estás rompiendo tu promesa"
Pero, ésta vez puede ser diferente. Tiene que ser diferente.
"Por favor"
Sé que sí. Y maldita sea, estoy aterrada a que sea lo mismo. A que me vuelvan a dejar a las tantas de la madrugadas pensando en qué fallé y qué hice mal para que me cambiaran por otra.
Me acuesto en la cama y me tapo completamente dejando salir las lágrimas que liberan poco a poco mi atormentado ser. Y me quedo totalmente dormida.
A la mañana siguiente tomo una ducha pues hoy el clima parece ser el mismísimo infierno. Mi cara hinchada me desagrada y me maquillo para que lo rojizo debajo de mis ojos se cubra.
Me pongo un pantalón blanco, un top de encaje rojo y tacones negros.
Me traje en la maleta casi mi armario completo, como cualquier chica que va de paseo y quiere verse bonita siempre.
Dejo mis cosas perfectamente organizadas y casi tiendo la cama al estar tan acostumbrada de hacer mi propio quehacer.
Conecto el teléfono y salgo para desayunar tras darle una mirada a las preciosas rosas tiradas a unos pasos del sillón. Voy por el pasillo pero algo aprieta mi corazón y regreso al cuarto.
Levantó las rosas y las acaricio llevándolas al baño. Lleno de agua el vaso que se encuentra en el buró y las dejo cerca de mis cosas para no olvidarlas.
"Tonta"
Encuentro a Ashton haciendo una llamada en la terraza sentado en una mesa para dos, y decido no interrumpirlo, pero cuando me ve, aleja la silla para que pueda sentarme y acomoda la mía. El termina la llamada poco después y se sienta frente a mí. Un camarero nos ofrece el menú y luego de ordenar, platicamos un rato.
—¿Te gustó lo de anoche?—Pregunta cuando justo traen nuestro desayuno. Agradecemos y empezamos a comer—¿Mack?—Cuando voy a responder siento de nuevo esa mirada sobre mí.
ESTÁS LEYENDO
Insaciable Deseo ©
ParanormalMack trabaja para una importante y prestigiosa Editorial en Madrid. Está harta de su vida cotidiana. Busca experimentar y ser un poco más atrevida, más rebelde, no importando las consecuencias. Todo empieza en aquel vagón del metro en dónde conoce...