Alondra
Tomo un sorbo de mi copa con agua y sigo comiendo la ensalada.
Todo está exquisito. El lugar, la decoración, el ambiente, la música y la compañía, sin duda alguna todo esto lo hace especial.
Ashton presenta a mi hermana como su pareja oficialmente y hacemos un brindis por ellos.
Me alegro tanto por Mack, la que decía que a los 25 iba a quedarse soltera, sola y amargada, con 20 gatos en un mini departamento a las afueras de Madrid y mirenla ahora, desborda felicidad y amor por todos lados. Me gusta verlos así, apoyándose en todo momento. El cómo mira Ashton a mi hermana me hace creer en el amor sincero y puro, me hace creer que no todo el mundo está perdido.
Me hubiera encantado que mi relación con quien yo creía que era el amor de mi vida fuese así. Lleno de pasión y deseo, pero también de romanticismo, lealtad, confianza y sobre todo comunicación.
Los ojos se me cristalizan pero me mentalizo para no derramar ni una sola lágrima. Él no merece ser recordado esta noche, ni nunca más.
A mi lado, el imponente James Pennisher, pincha un trozo de carne, llevandoselo lentamente a la boca. Mastica el bocado de manera sensual y me mira de reojo.
Oculto una sonrisita y fijo la vista en mi plato.
—¿Admirando la vista?—Dice y yo me pongo roja encogiendome en mi lugar.
Dios...
Alzó la vista y lo encuentro mirándome intensamente.
Cojo una bocanada de aire disimuladamente y niego con la cabeza.
—Solo veo mis alrededores—¡Qué pretexto tan más imbécil! Si, definitivamente no soy nada buena con las palabras cuando me encuentro nerviosa.
—¿Y los alrededores te gustan?—Me dedica una sonrisa pícara y yo asiento con un pequeña sonrisa tímida. Todos hablan animadamente y la mirada de James se me antoja demasiado imponente, me ruborizo.
Voy a tomar otro sorbo de agua pero un pinchazo en el vientre me lo impide.
—Ay...—Siento un pinchazo en la parte baja de mi abdomen y me lo sostengo con ambas manos.
—¿Pasa algo?—Pregunta mi hermana sosteniendome la mano—¿Ali?
Niego con la cabeza, de seguro es un síntoma más del embarazo.
—Estoy bien, sólo me dio un espasmo, si me disculpan voy al sanitario—Me paro y todos en la mesa siguen mis movimientos con la mirada. El mayor de los Pennisher no me quita la vista de encima y me muevo incómoda.
—El sanitario está a un lado de la puerta principal—Me dice Jolene señalando a no se dónde.
Asiento y camino rápido al sitio. Me encierro en el baño e inhalo y exhalo unas cuantas veces más tomándome mi tiempo. Algo en mí se siente con pesadez y una arcada me toma. El vientre se me contrae con más fuerza dándome un pinchazo en la zona baja y el dolor es insoportable.
Grito con todas mis fuerzas al no ser capaz si quiera de mantenerme de pie. Es que... no me puedo mover.
"Oh Dios"
Gritan afuera y no logro entender qué es lo que dicen. Estoy sumida en un pozo oscuro sin salida, el cual no me permite siquiera entender algo. Mis oídos emiten un pip agudo e intenso y tomo mi cabeza mareandome por segundos.
"No no no"
Siento por mis piernas desnudas un líquido caer sin control. Medio me veo por el espejo de cuerpo completo y me congelo en mi sitio por lo que veo.
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Insaciable Deseo ©
ParanormalMack trabaja para una importante y prestigiosa Editorial en Madrid. Está harta de su vida cotidiana. Busca experimentar y ser un poco más atrevida, más rebelde, no importando las consecuencias. Todo empieza en aquel vagón del metro en dónde conoce...