Jolene
Camino ansiosa por mi habitación mientras que los meseros preparan todo abajo. Todo tiene que salir de acuerdo a como lo planeé.
"Todo saldrá excelente, nadie se lo espera y ese es mi as bajo la manga".
Suena mi teléfono sacándome de mis pensamientos y contesto sin ver quién es.
—¿Diga?
—Jolene...—Ruedo los ojos y suspiró fuerte ¿Qué es lo que quiere ahora?
—¿Qué pasa?—Me muerdo la lengua para no decir nada y no humillarlo.
—¿Cuándo la podré ver? Esta espera me tiene hastiado.
—¿No puedes simplemente callarte?
—Pero...
—¡Cállate!—Grito soltando un manotazo al aire—No la verás hasta que yo te lo diga y pobre de ti si me desobedeces.
—¿Sabes? No tengo por qué seguir tus estúpidas órdenes, no eres nadie para prohibirme nada.
—Créeme, lo soy y la pasarás totalmente mal si no haces lo que te digo.
—Estás loca.
—¡No estoy loca, maldita sea!—Vuelvo a gritar rasguñandome los brazos con las uñas. Cuelgo la llamada y tengo tanta rabia por dentro que rompo y destruyo todo a mi paso hasta que me detengo cuando tocan el timbre.
Al ver mis brazos rasguñados decido ponerme un top negro de encaje con mangas hasta las muñecas y tras tranquilizarme, bajó rápidamente. Abro la puerta y es Harry a quién recibo primero.
—Hola Jo—Me saluda dándome un beso en la mejilla y me entrega una botella de vino—Para ponernos cómodos, ¿Dónde está Ashton?—Pregunta quitándose la chaqueta.
—No ha llegado aún—Me hierve la sangre al saber que está con ella, pero eso acabará, pronto—Ponte cómodo Harry.
Música clásica suena por toda la casa y yo voy a la cocina. No hay nadie, todos están en el jardín arreglando la mesa en la que cenaremos. Pongo la botella de vino en la encimera y abro la gaveta izquierda. La pequeña botellita color café sigue estando ahí desde que la compré. Ilegalmente, por supuesto.
La tomo en una rápida acción y me sudan las manos.
"¿Lo haré?"
Mordisqueo mi labio dudandolo pero tan solo de pensar que veré su cuerpo retorcerse de dolor, no lo pienso más. Visualizo la ensaladera y sin que nadie se percate acomodo los platos. Abro la botellita y vacío su contenido en la ensalada.
"Sin olor, sin sabor y sin color" Sin rastro de que yo estuve detrás de esto.
Me dirijo a los contenedores de basura y la tiró disimuladamente. Sonrío cuando uno de los meseros pasa a mi lado con un destello de sonrisa en su cara y vuelven a tocar el timbre.
Ésta vez es James Pennisher. Hacía años que no lo veía y hoy viene serio, sin mostrar ningún tipo de emoción, ya no sonríe, ya no habla más de la cuenta, no después de lo qué pasó con su hermana. Le cedo el paso y se mete tras dedicarme un asentimiento con la cabeza. Harry baja de las escaleras y lo saluda. Se ponen a platicar sentados en el sofá y a mi me pican las manos de la ansiedad.
¿Por qué carajos se tardan tanto?
—Ya está todo ordenado en el jardín señorita Jolene—Asiento y le hago una seña para que se vaya. No debe descuidar su puesto y es el de mesera.
"Me encanta que otros me sirvan"
Tocan al timbre y la mesera abre la puerta dejando pasar a Marissa.
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Insaciable Deseo ©
ParanormalMack trabaja para una importante y prestigiosa Editorial en Madrid. Está harta de su vida cotidiana. Busca experimentar y ser un poco más atrevida, más rebelde, no importando las consecuencias. Todo empieza en aquel vagón del metro en dónde conoce...