Capítulo 10

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Mack

Llegamos al hotel y nos dirigimos a la recepción, Ashton se encarga de las habitaciones y yo me sigo preguntando en dónde estará su maleta.

¿Trajo o no trajo?

Suena su teléfono y él coge la llamada con fastidio reflejado en su rostro.

—Marissa...—Se va dejándome con la duda de quién será esa chica. ¿Su novia? ¿Alguna prima? ¿Follamiga? ¿Mejor amiga?

"Dios Mack deja de pensar en eso. No te importa".

Toda mi atención debe estar dirigida en el evento de hoy, no hay tiempo para celar a nadie.

"¿Celar? No, por supuesto que no ¿Oh sí? ¡NO!"

La chica de la recepción pide mi identificación y yo se la entrego en lo que teclea algunas cosas. Me entrega la llave, me desea una buena estancia y decido subir a mi habitación para darme una refrescante ducha. 

—¿Podría decirle a mi acompañante que subí a mi habitación por favor?—Le comento  a la recepcionista. Ella asiente con una sonrisa y yo le dedico un gesto amable antes de dar la vuelta. Me subo al elevador y antes de que sus puertas cierren veo a Ashton a lo lejos caminar furioso hacia la recepción.

Llego a mi piso y busco la habitación número 69.

"Mensaje bastante subliminal"

Ashton y yo, teniendo sexo hasta el cansancio, haciendo esta posición sería...

"Maldito seas Ashton Pennisher, por hacerme desearte de esta manera".

El calor se apodera completamente de mí y me despojo del fino suéter que llevo puesto.

Cuando entro, lo primero que veo es que mi habitación tiene una magnífica vista al mar. Abro el ventanal dejando que el aire se cuele en ella y respiro la brisa salada. Me asomo por el balcón y me percato de que en la parte trasera del hotel han puesto una carpa gigante.

Estoy muy emocionada.

"Mi primer artículo individual".

Corro a mi bolso y saco mi teléfono para tomar algunas fotografías de la increíble vista. El correo de mi jefe me llega y leo las características que el artículo debe poseer. Tocan a la puerta y dejo mi teléfono en el tocador.

Abro la puerta sin percatarme de quién se trata y un Ashton realmente furioso entra al cuarto sin mi permiso. Cierro la puerta a mis espaldas.

—¡¿Qué pasa?!—Le grito cuando gruñe y medio grita, tirándose del cabello con nerviosismo

—James es un jodido imbécil, siempre arruinando todo con su codicia y avaricia.

—¿De qué estás hablando?—Trato de tranquilizarlo pero es inútil. Parece un león enjaulado—¿Qué pasa con tu hermano? ¿Qué hizo?

—Acaba de comprar los jodidos hoteles.

¿Qué?

—Le costó mucho tiempo de construcción, inversión y dedicación a Harry ¿Y ahora él solo viene y se los quita? Es un puto egoísta, no puede comprar las empresas cuando se le dé la gana.

—Ashton debes tranquilizarte.

Y yo también. Mis hormonas se disparan al verlo así de cabreado.

Quiero abrazarlo, besarlo y follarlo. Quiero que gima y grite mi nombre. Quiero coger con él en cada espacio de este maldito hotel. Y no me importarían mucho las consecuencias de mis actos desenfrenados. Quiero gozar de la adrenalina que sentí aquella vez en el vagón del metro.

Insaciable Deseo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora