Narrador Omnisciente
Dos días pasan y una serie de acontecimientos ponen a todos en órbita. Ashton Pennisher hace el anuncio público, tal cual lo planeo con Johnson. Algunos se impresionan, otros lo abuchean, otros no hacen nada, mientras que otros actúan conforme a las sospechas que se tenían.
Saben y están seguros que deben ser entre las dos personas que yacen frente a ellos. Están nerviosos, por la forma en la que miran al suelo, ansiosos por mostrar su maldad pero reservándose a quedar expuestos.
El detective privado descubrió el verdadero perfil del estafador, jugando sucio y de manera un tanto ilegal.
—¿Estás completamente seguro de esto?—Pregunta James en voz baja para que Alondra no lo escuche desde el tocador.
—Muy seguro, hice varias investigaciones y sabes que lo que hago es directo y certero, no tengo por qué mentirte. La pregunta aquí es ¿Por qué lo hace? ¿Busca chantajearlo con algo o busca arruinarlo por gusto?—Su acento se hace presente y James se queda callado sopesando las opciones.
—No sé, pero se lo informaré a mi hermano y ya veremos qué es lo que decide, el pago se hará ésta misma tarde, gracias por tus servicios.
—No dudes en llamarme si quieres investigar otra cosa, lo que sea, sigo en deuda contigo.
—Vale, no te preocupes, te llamaré cuando tenga algún asunto pendiente que resolver y con eso saldarás la cuenta pendiente ¿Quedó claro?—Del otro lado de la bocina una risa divertida suena y le dedica una despedida corta.
Le manda un mensaje de texto a su hermano citandolo para darle las respuestas que, por tanto tiempo ha estado buscando.
—Alondra ¿Estás lista?—Grita ajustándose las mangas de su saco y guarda el teléfono en el bolsillo del pantalón.
—¡Un momento! Ya casi termino
Gira los ojos y menea la cabeza acariciándose la sien. No entiende cómo es que las mujeres se tardan tanto haciendo algo tan sencillo y banal como lo es maquillarse, peinarse y vestirse. Lleva una hora diciendo lo mismo y éste se sienta en el sillón que da a la ventana. Ve los autos pasar a gran velocidad y gira cuando unos tacones resuenan en el piso de madera. Alondra lleva puesto un vestido pegado color crema, el cual deja ver las preciosas curvas de su cuerpo y a él se le abre la boca impresionado con la belleza que ella emana.
Traga grueso—Estás hermosa—Ella se sonroja y pasa una de sus manos por su pecho.
—Siento que hace falta algo, pero no sé qué es—James sonríe y se da la vuelta dirigiéndose a su armario. Introduce la contraseña en el pequeño teclado digital de la caja fuerte que yace dentro de éste y cuando accede saca un estuche cuadrado de terciopelo negro. Cierra la puerta y se gira hacia su encuentro con la castaña. Se posa frente a ella y lo abre dejando ver un hermoso collar de cadena plateada, con una joya verde incrustada en un óvalo de plata. La joya brilla y ella abre la boca impresionada al ver tal belleza.
—¿Te gusta?—Murmura él sonriendo de lado y ella lo ve con una gran sonrisa en los labios
—Está precioso.
—Te lo colocaré—Lo saca del estuche cuidadosamente y se para detrás de ella. Hace a un lado su cabello y lo coloca abrochandolo. Deja caer la melena castaña y Alondra toca la joya con los dedos.
—Gracias James.
—Es un regalo de bodas, al fin y al cabo ya estamos casados—Él besa su hombro desnudo y a ella se le acelera el corazón.
Antes de tener todo el revuelo la noche en el departamento de Mack, decidieron casarse en secreto. Contactaron a un cura, a un abogado y tuvieron dos testigos en una pequeña boda civil privada.
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Insaciable Deseo ©
ParanormalMack trabaja para una importante y prestigiosa Editorial en Madrid. Está harta de su vida cotidiana. Busca experimentar y ser un poco más atrevida, más rebelde, no importando las consecuencias. Todo empieza en aquel vagón del metro en dónde conoce...