CAPÍTULO 8: DANGER

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Sigo dando las gracias al cielo —bueno mejor dicho a Ann—, por haberme sacado de esa situación tan incómoda que me encontraba envuelta.

La rapidez de mi amiga había sido envidiable, en cómo con un solo intercambio de palabras, un juego y un micro había sido suficiente para apagar la situación.

Gracias a eso, ya estábamos todos unidos en ese grupito tan atípico que nunca me hubiera imaginado.

En el amplio sofá estábamos sentados: yo, Taehyung, Antuán, J-hope, Ramón, Jin y Jungkook—que curiosamente a pesar de tener el suficiente espacio para colocarse al lado de Jin, había preferido quedarse justo enfrente de mí—. Mientras tanto John, se encontraba a mi lado, pero sentado en uno de los puffs individuales. Igual que Jimin—en un principio—, ya que él había preferido "secuestrar" a mi amiga para que compartieran asiento.

Una vez todos preparados, John explica el juego de las preguntas, más conocido como verdad o shot:

—Empecemos flojo, ¿quién quiere irse a dormir ahora mismo?

La sala se llena de risas, todo el mundo presente sabe muy bien que la pregunta de John va con doble intención. Ya que si no fuera por las súplicas de J-hope este seguiría durmiendo plácidamente en su silla.

—¿Solo dormir? —Suelta Ann intentando que sus palabras suenen de lo más discretas posibles, pero no funciona.

—Lo que surja —dice el felino guiñandole un ojo a mi amiga, exageradamente, a lo que esta le sonríe dándole un gran sorbo a su bebida.

Puedo escuchar los cuchicheos de fondo, pero no les doy mayor importancia. Ya que es mi momento de preguntar, y no pretendo malgastar mi pregunta—y si hay suerte espero que hagamos varias rondas—. Pero una voz interrumpe mis pensamientos decidiendo hablar por mí:

—Todas las preguntas de la mafia quedan vetadas.

La voz de Ramón es alta y clara, incluso podría decir amenazadora. A pesar de que no me esté mirando, sé muy bien que esa aclaración va dirigida para mí.

—¿Quién lo dice? —Contesto refunfuñando, ya que claramente no estoy de acuerdo con esa norma.

—Tu hermano mayor.

Los presentes no tardan en soltar el típico "uhhhhhh" de fondo mientras mantengo mis ojos marrones clavados en los suyos de miel. Resuello antes de apartar la mirada—prefiero no discutir el primer día de nuestra reconciliación—. Pero al posar mis ojos al frente y ver cómo Jungkook se burla por "haber perdido" mi supuesta pelea con Ramón, una sonrisa maliciosa sale de mis labios igual que la pregunta:

—¿Habéis intentado besar a alguien de esta sala?

Ahí las risas se vuelven hacer presente, seguramente debido a que Ann y Jimin no han dudado en dar un trago—o al menos eso es lo que he podido sobrentender al mirar de reojo—. Ya que yo me niego apartar los ojos, y al ver que los suyos se hacen los desatendidos no puedo evitar soltar:

—¿No vas a beber, Jungkook?

Esta vez mi pregunta sí hace efecto en él, pero para mi suerte—ironía—, no es el único que reacciona ya que todos los ojos están clavados en nosotros como si fuéramos los protagonistas de sus películas favoritas.

—Yo nunca intento las cosas —bebe un trago—, las gano.

No sé si esta es la respuesta que buscaba, pero la sonrisa traicionera que me sale por mis labios es algo difícil de ocultar.

Puedo escuchar las hipótesis de mis amigos de fondo, pero ninguna es lo demasiado interesante para dejar de prestarle atención al hombre que tengo enfrente y que por mucho que lo mire, tengo la impresión que no me cansaré nunca de hacerlo.

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora