Penthouse #Wattys2023

CAPÍTULO 37: THE TRUTH UNTOLD

—¡Entonces te lo has follado!

Niego con la cabeza antes de reprocharle:

—Kai en serio que de todo lo que te he contado, ¿tú solo te quedas con la suposición que me he acostado con Jungkook?

—Acaso me estás confirmando los hechos... —Su insinuación es suficiente para que le suelte una colleja.

—Kai no —cruza los brazos indignados—. No te voy a negar que en esa habitación pasarón cosas, pero no, no nos acostamos —me rio ante la indignación de su rostro, parece que le duela más a él que a mi—. No sufras, serás el primero en saber nuestro mmmh.

Y después de esta breve introducción, finalmente ya podemos retomar la conversación que realmente me importa: El Penthouse no es lo que yo creía que era.

El secreto de Jungkook fue una guinda importante para el pastel que estaba dispuesta hacer, siendo el primer ingrediente el correo a mi padre—que aún no había recibido respuesta—. Kai me adelanta que lo más seguro es que no me conteste, pero yo sé que a mi padre le encanta quedarse con la última palabra en la boca. A pesar de eso, estoy un tanto dolida con que no me confiará sus verdaderas intenciones al mandarme a esa dichosa universidad porque todo el esfuerzo que yo he puesto para que nuestra mafia creciera parece haber sido en vano—por mucho que Kai me diga lo contrario—. Estoy segura que el grupito de mi hermano, BTS, conocen el secreto escondido del Penthouse y algo mucho más importante es que tanto Jungkook como el resto saben a qué se debe eso de que lleva mi apellido. Son demasiadas incógnitas sin solución y esto no me puede crear más que ansiedad.

Necesito conocer las respuestas ya.

Me gustaría hablar de esto con Jungkook pero estoy segura que ya ha hecho más que suficiente por mi y no quiero que nuestro inicio de relación se base en favores piadosos que le podrían en contra de sus amigos, porque no olvidemos que ellos se traen una mafia entre manos.

—No puedo creer que sigas pensando que los BTS tengan su propia mafia —mis pensamientos siendo expuestos por Kai hacía que mi teoría sonará mucho más realista.

—¿Te acuer419das el día que llamé a mi madr-... —Me muerdo el moflete interior antes de acabar la frase y rectifico inmediatamente—. La madre de Ramón —mi amigo asiente la cabeza ignorando mi comentario cosa que agradezco—, días después le volví a llamar.

La cara de estupefacción de Kai es tan evidente que ni siquiera se atreve a emitir ningún sonido de su boca dándome pie a que comience mi narración:

Flashback

—Annyeonghaseyo.

—Annyeonghaseyo, Omonim —la otra linea se queda en completo silencio y puedo imaginarme a la perfección cómo se lleva las manos a la boca tras soltar su mítica expresión de sorpresa:

—¡Ommo! —se vuelve a quedar callada—. ¡Alex! —Ahora soy yo la que no digo nada intentando que mis pulsaciones se calmen—. Cariño, ¡qué alegría que me llames! ¿Cómo has estado? ¿Estás en el Penthouse verdad? ¿Ya coincidiste con Nammie? —Una risa cómplice se nos escapa al saber perfectamente cómo mi hermano odia ese apodo.

—Sí he estado muy bien —sonrío a pesar de saber que ella no puede verme— he coincidido varias veces con Ramón —la armonía de sus carcajadas llenaban una parte de mi que hasta el día de hoy se había mantenido incompleta—. Bueno, para serte sincera volvemos a ser hermanos.

No hace falta decir nada más para que ella sepa a qué me refería, porque así era ella, me entendía con las palabras mínimas. Escucho como coge aire y empieza a sollozar al mismo tiempo que yo no puedo evitar hacerlo, soltando todas las lágrimas que no derramé el día que se fue. Ambas nos quedamos un tiempo en un silencio abrumador que estoy segura que está hablando por nosotras.