CAPÍTULO 9: COFFE

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—¡No gritéis! —Mi grito hace efecto contrario, ya que toda la cafetería se nos queda mirando y yo les sonrío negando con la cabeza hasta desviar sus atenciones de nuestra mesa.

Parece que el efecto Jungkook no causa impacto solo en mí, ya que mis amigos parecen estar más animados de todo este asunto que yo misma.

—Poco se habla del momento de los dardos, ¡me quedé flipando! —Dice Antuán entonando cada una de sus palabras.

—¿Y qué me dices del momento del laberinto? —Comenta Ann con esos ojos llenos de lujuria que siempre trae presentes —. Espera, espera —hace una breve pausa que yo aprovecho para dar un sorbo a mi batido—. No nos has contado el después del: Con permiso.

Rodeo los ojos al escuchar como intento imitar el tono de voz de Jungkook, mientras que Antuán le alaba diciendo que sonó exactamente igual. Observo a mis dos amigos que se llevan las manos a la boca, y se miran entre ellos dándose pequeñas palmitas entre sí. Verlos así, me hace querer sonreír pero no lo hago. Ya que sería darles pie a que siguieran una conversación que por ahora me gustaría evitar.

—Alex, mi ciela, estamos esperando tu respuesta.

Parece que no va a ser posible y sin pensármelo dos veces suelto todo del tirón antes de que me arrepienta de ello:

—Le toqué el culo y le mordí el labio.

Los ojos marrones de Antuán parecen que se van a salir y abre la boca sin decir ni una palabra. En cambio Ann, parece que por un segundo se quedó impactada pero aún así fue más rápida en reaccionar que el italiano:

—Así que a ti también te gusta morder —me guiña un ojo antes de añadir por lo bajo—. Debería haber hecho la apuesta con Jimin...

Quiero preguntarle de qué habla, ¿será que Ann quería apostar nuestra relación para así sacar información de la mafia? No me parece mala idea, Jimin nos podría ser de ayuda. Aunque parece ser menos serio en estos temas, yo creo que Tae es el que lleva los asuntos relacionados con la mafia. Pero aún así podríamos jugar al despiste, no creo que Jimin dude de Ann, aunque tampoco puedo estar segura de eso...

—Alex, ¿no nos escuchas? Contexto por Dios —suelta Milano exagerando de más la situación.

—¡Hostia sí! —Exclamo de repente al acordarme del verdadero motivo de mi juego con Jungkook—. Aquí está el contexto.

De un movimiento rápido dejo la cartera de Jungkook que le robé en la fiesta en medio de la mesa. Ambos me miran sin entender la situación, a lo que yo hago un gesto para que cojan la cartera negra. Y el primero que lo hace es Antuán que la mira con el ceño fruncido para decir:

—Alex, sé que los complementos te parecen una banalidad pero esto es pasarse —dice ¿decepcionado? mirando la billetera—. Te parece normal llevar ¿un simple monedero negro de LV? ¿Qué tenemos ochenta años? Anda, vamos a devolverla.

Si no lo conociera de tantos años como lo hago, pensaría que su comentario es tan superficial cómo su persona. Pero no es así, lo dice totalmente en serio. Su lema de vida: siempre es un buen momento para ir de compras.

Menos mal que siempre tendré a Ann, que en estos temas suele ser más despierta que Milano:

—¡Pedazo de guarra le robaste la cartera a Jungkook!

Su sorpresa es evidente y ahora mismo me mira como si fuera una eminencia, y para seguir regodeándome de la situación paso mis manos por mis hombros como si me estuviera limpiando un polvo inexistente sobre ellos.

En cambio Antuán le cuesta un poco más sobreentender la situación por lo que no me queda otra opción que contarle detalladamente en cómo fui capaz de conseguir la billetera que ahora mismo tiene Ann entre sus manos.

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora