CAPÍTULO 16: MAKE IT RIGHT

12 0 0
                                    


—Hoy no voy a ir a clase —el té floral de mi amiga casi le sale por la boca debido a las sorpresa de mis palabras.

Pero mi decisión ya está tomada, no es algo random que acaba de pasar por mi cabeza. Desde esta mañana cuando Ann me propuso ir a desayunar—porque nuestra clase comenzaba una hora más tarde–, mi cerebro hizo clic y la maravillosa idea de hacer pellas se me cruzo por la cabeza.

Eso no significa que voy a pasar el día metida en mi habitación apenada de que Jungkook me odie, no. Mi plan va mucho más allá.

—¿No vas dónde? —Ann me analiza con sus ojos miel esperando una explicación más elaborada de mi parte.

—A ninguna clase, bueno mentira sí, a algunas asignaturas voy a ir pero no a las nuestras.

Ann da un sorbo a su té para ocultar la sonrisa burlona que tienen sus labios, y una vez lo deja encima de la mesa me contesta:

—Vas a ver a Jungkook, ¿verdad?

Me muerdo los labios para evitar sonreír, pero por la cara de pilla que me pone no puedo evitar asentir suavemente con la cabeza mientras pego un mordisco a mi tostada.

—Esa es mi zorra —dice levantando la mano para que le choque los cincos.

Me alegra haber venido con ella en vez de con Antuán, porque con lo estricto que es él con las clases no le hubiera hecho ninguna gracia.

—Y me voy ya, porque la primera clase comenzó hace más de media hora.

Ann ríe mientras niega con la cabeza, y yo me acerco a ella para darle un gran abrazo y besitos por toda la mejilla. Realmente hoy presentía que iba a ser un gran día.

—¡Dile al profesor Thompson que estoy enferma!

—¡Tranquila! ¡Le diré que un buen polvo matutino es mucho más importante!

Le enseño el dedo corazón mientras corro a la clase de diseño, que obviamente llegaría tarde.

Spoiler, no me dejaron entrar.

Ahora me encuentro sentada, sola, en medio de un pasillo que se encuentra más solitario que un cementerio—al menos ahí me harían compañía los muertos—. Como una estúpida he pensado que sería buena idea colarme en su clase, a pesar que hacía más de media hora que había empezado. Por si a las dudas, nunca lo hagáis. Se ve que el profesor bajito, con el pelo teñido a base de sus canas y un bigote que hasta Camilo le daría envidia, conoce a sus sesenta y cuatro alumnos. A todos ellos.

Entonces claro, al intentar colarme como haría en cualquiera de mis otras clases, el profesor me ha llamado haciéndome presentarme delante de toda la puñetera clase. Doy gracias que al menos hoy me he arreglado y no parezco un zombie—que es lo que normalmente aparento todos los días de universidad—. Al menos, el señor, me ha dicho que espera con entusiasmo verme el año que viene en su clase...

Y por si eso fuera poco, estaba tan nerviosa que ni siquiera me he molestado en buscar con la mirada a Jungkook. Menos mal, porque alta ridícula.

El timbre suena, haciendo que me levante instantáneamente—no me iba a quedar en el suelo, que con la suerte que tengo hoy seguro que me pisan—. La gente va saliendo, alguna que otra mirada furtiva hacia mi persona, no los culpo, yo también lo haría.

Cuando me estoy desesperando, me asomo por la puerta y veo cómo Jungkook se encuentra hablando con el profesor—vaya, él también sabe hacer la pelota—, a lo que yo me quedo en el marco esperando a que me vea. No dura mucho, ya que al verme ahí de pie se despide del señor y camina hacia mí.

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora