Penthouse #Wattys2023

CAPÍTULO 13: 21st CENTURY GIRLS

Focos, lujos y mafia. ¿Qué podría salir mal?

Pienso mientras se nos abren las puertas del cumpleaños del cuál no estábamos invitados. Zain se encargó del asunto del papeleo, solo con un par de llamadas a sus contactos todo se encontraba resuelto. Igual que nuestros nombres, camuflados en la larga lista de invitados.

Según lo que me dijo Zain la temática de la fiesta se trataba de "expensive" y se oyó el grito al cielo de Antuán que al enterarse de eso no dudó en querer participar. Ann en cambio, no se negó, pero no estaba tan feliz al enterarse que era el cumpleaños de Jimin, y que este, ni siquiera hubiera tenido el gesto de invitarla. Supongo que hasta en las relaciones de lujuria hay altibajos.

Nuestros vestuarios rebosan dinero, lo mires por donde lo mires, pero la verdadera millonada no se encontraba en ellos, sino en nuestros complementos. Los bordados de Antuán no se quedaban en simples tejidos, sino que cada punto confeccionado del traje estaba tallado por un bordado con cristales negros con un valor por encima que cualquiera se pudiera gastar.

Ann, en cambio, había optado por seguir su precioso—pero extravagante—, anillo familiar. Con la única diferencia que se lo había cambiado del dedo meñique al dedo índice, haciendo que este fuera presente nada más moviera la mano.

Al mirarme reflejada en los cristales de la fiesta, no puedo evitar observar mi collar de Angara con una cadena fina de plata casi imperceptible. Pero lo que realmente se llevaba las miradas era el diamante rojo confeccionado por K, haciendo así que su valor ascendiera a niveles astrales, ya que conseguir su marca es algo que muy pocos privilegiados podían conseguir. Y pensar que fue el mismo creador que me lo regaló, no puedo evitar sonreír de nostalgia, ¿que estará haciendo mi mejor amigo en estos momentos?

—Que sepáis que sigo sin perdonaros qué vayáis conjuntados y ni me hayáis avisado.

Al escuchar el comentario de Ann, miro instantáneamente al traje rojo de Antuán, que por casualidades de la vida se trataba de la misma tonalidad que el mío.

—Ha sido una coincidencia Ann, ya te dijimos que Alex no sabía qué iba a ponerse hasta hoy por la mañana y yo no le dije nada sobre mi traje —sonríe orgulloso—. Bueno, solo que era perfecto para la etiqueta de la fiesta.

Antuán intenta persuadir a Ann, a lo que yo rodeo los ojos. Ella sabía que iba preciosa con ese vestido satén holgado dorado de Dior, que tanto ha presumido en el dormitorio.

—Deja de hacerte la digna y ven que tenemos que hablar con alguien —digo dándole un codazo para ponernos manos a la obra.

Busco con la mirada a Zain, entre tanta multitud se me hace casi imposible hacerlo. En cambio, parece que encontrarnos a nosotros se hace muy rápido cuando veo dos cuerpos enfrente que nos obstaculizan los pasos.

—Hola hermanita.

Tanto Ramón como Jungkook nos saludan, aunque no ocultan su asombro de encontrarnos en la fiesta del rubio, que lástimosamente no estábamos invitados. Nótese el sarcasmo.

—Ramón —contesto con pesadez en mis palabras—. ¿Os quitáis? —Al ver que ninguno de los dos se mueven, rodeo los ojos al saber a qué se debe—. Por favor.

Finalmente me obedecen, dejándome ver a los demás integrantes del grupo. Que al igual que los dos anteriores se encontraban observándonos dudosos ante nuestra presencia, sobre todo la estrella principal de la noche, que no dudo en acercarme inmediatamente a él, al ver cómo sus ojos se encontraban más abiertos de lo normal.

—¡Hombre, el cumpleañero! —Al decir eso me gano todas las miradas, pero la única que me importa en este momento es la del hombre que tengo enfrente.