CAPÍTULO 18: LOVE SHOT

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Los tres nos quedamos rodeados por un incómodo silencio, pero eso no fue suficiente para parar las miradas indiscretas de Kai hacia Ramón, mientras éste le sonríe maliciosamente—cabrones—. Por otra parte, Jungkook no sabe qué hacer. Se encuentra a mi lado observando todas sus reacciones, pero creo que eso le hace dudar más al ver cómo siguen comunicándose en un no lenguaje que solo ellos son capaces de interpretar.

—¿Novios? —Finalmente es Jungkook es el primero en romper el silencio, su cuerpo está erguido, con las manos en los bolsillos intentando aparentar un aire despreocupado. Pero ambos sabemos que ese no es el caso.

—Sí.

—No.

Los tres contestamos al tatuado a la vez, haciendo que frunza el ceño levemente al ver cómo nuestras respuestas no coinciden entre sí.

—Ramón para —dije colocándome entre los dos, separando así su agarre y quedando enfrente de Jungkook—. Y tú deja de seguirle la corriente.

Digo enfatizando mi voz acusadora hacia mi mejor amigo, mientras este me intenta abrazar para disminuir mi molestia, a lo que yo en un principio me intento zafar, pero él me consigue envolver entre ellos sin parar de reír.

—Te odio —espeto haciéndome la enfadada, pero al ver su famosa mueca una carcajada sale involuntariamente de mis labios.

Pero un carraspeo hace que todos mis sentidos vuelvan a la persona que tenia enfrente, haciendo que me encuentre de pleno con sus ojos negros dudosos y no tarde en decir:

—Es una broma porque nos conocemos desde la infancia y... –Jungkook no me deja continuar y alzando la mano para obviar mis palabras y negando con su cabeza puedo escuchar un susurro pesado de su parte:

—Basta.

Me siento incómoda, no entiendo por qué siempre tenemos que llegar a estas situaciones. Subimos dos escalones y bajamos de la misma manera, con la única diferencia que las escaleras son mecánicas.

—¿Esta noche cenamos juntos?

Ramón es el primero en interactuar, haciendo que todo el mundo parezca estar entusiasmado por la idea. Sobretodo los dos bailarines principales que entre carcajadas sueltan al unísono:

—Yo me pido al lado de Kai.

De haber sido otra situación hubiera intervenido para negarme y seguir con la broma, pero Jimin se me adelanta:

—Antes tengo una clase que dar —mira a Ann duramente—, dependiendo de si acabo cansado iré o no.

—Yo me quedo aquí que he dado mi clase antes y me apetece quedarme —su expresión fría va dirigida exclusivamente para mí, muchas gracias por el detalle Jungkook. Pienso al ver cómo se dirige rápidamente a un banco apartado de la sala de ensayo.

—Alex y yo también nos quedamos.

Las palabras apresuradas de Kai me toman por sorpresa, haciendo que lo mire bruscamente pero al ver sus ojos oscuros me inunda confianza por todo el cuerpo.

—Con tal de que no molestéis a mi me da igual —se gira drásticamente para mirar a Ann—, y supongo que a mi alumna también.

Madre mía Ann, estamos igual de jodidas.

Cada vez la sala se encuentra más vacía, al ver cómo todos la abandonan dejándonos solos con los hombres que están de morros y Kai—que parece disfrutar gratamente de esta situación—. Nos dirigimos a los bancos mientras le digo:

—Quita esa sonrisa de tu cara.

Mi mejor amigo está dispuesto a reprenderme pero la otra rubia de mi vida decide alejarme agarrándome de la muñeca apartándome de la multitud.

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora