T.2 Capítulo 5: Mitad víctimas, mitad cómplices.

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La explicación del profesor Thompson queda en un segundo plano, dado que toda mi atención se encuentra en mi compañero de asiento, conocido recientemente por el sobrenombre de mi novio.

—Me vas acabar desgastando —dice sin apartar la vista de sus apuntes y copiando aquello que sea que esté explicando el profesor. En cambio, yo aprovecho para jugar con su mano libre, a entrelazarla y separarla repetidas veces—. Si me sigues distrayendo no seré capaz de pasarme los apuntes.

Intenta sonar serio pero su sonrisa demuestra todo lo contrario a lo que yo con voz despreocupada comento:

—No te preocupes, para eso tenemos a Antuán.

A lo lejos observamos al italiano que se encontraba hipermega concentrado a pesar de los intentos —en vano— de Ann de distraerlo. Mi italiano me había confesado tiempo atrás que esta clase era realmente importante para él, vete tú a saber por qué.

—Tu ganas. —suelta el boli y cierra la libreta de golpe regalándome sus preciosos ojos azabaches.

Lleva su brazo a lo largo de la mesa a lo que aprovecho para recorrer con mis dedos sus venas visibles que traspasan sus hermosos tatuajes, perdiéndome en la lirio de tigre que relucía en grande.

—¿Te gusta? —No hace falta contestar para que Jungkook sepa mi respuesta—. Por favor, ámame.

Me quedo un tanto perpleja a lo que él no puede ocultar su risa y me confiesa que ese es el significado de su flor de nacimiento de Corea.

—Hecho. —esta vez es él que vacila y soy yo la que en vez de reírse le regalo un pequeño beso en los labios—. La única condición es que no me ruegues —le doy un toquecito en la nariz y él la arruga inocentemente—, porque amar pierde su significado si lo asociamos a suplica.

Ambos nos quedamos en silencio y me puedo ver reflejada en sus pupilas brillantes, dando un vuelco a mi corazón al pensar que los míos están brillando de la misma forma.

—¡POR ENÉSIMA VEZ!, ¡LEE, JEON! —El grito que provenía del profesor Thompson sobresalía igual que las risas de toda la clase —. ¿¡Ya habéis acabado vuestro momento Almodóvar!? No me gustaría interrumpiros. —las risas aumentan y Jungkook y yo rodeamos los ojos a la vez—. Por un momento pensaba que estaba hablando chino, aunque eso no debería ser un problema para vosotros, ¿verdad?

El puño de Jungkook se contrajo, igual que su mandíbula debido al comentario racista que había soltado el profesor. Los compañeros no ayudaban, ya que lo único que hacían era fomentar con risas y burlas el ego del señor Thompson.

Pero claro, yo no me iba a quedar callada por mucho que me perforan las miradas de Antuán y Ann que me gritaban que no me la jugara:

—La próxima vez prueba con coreano. —me levanto de mi asiento mientras posiciono mi mano encima de la de Jungkook y bajando las escaleras me quedo enfrente del profesor para decirle con un tono de voz más alto de lo normal—: Aunque no creo que tengas las facultades para entenderlo, ¿verdad?.

Veo la rabia subir por su cara igual que la advertencia de que ni se me ocurriera salir de su clase, cosa que me la paso por ya sabéis dónde.

—¿Eres consciente que nos hemos ganado otro semestre en su clase? —Me encojo de hombros aún con la indignación en mi cuerpo debido a la falta de respeto de minutos atrás—. Alex, no te lo tomes a pecho. —acaricia mis mejillas—. No me importa.

—Pero a mí, sí. —aparto sin querer sus manos de mi rostro debido a mi movimiento brusco—. Voy hablar con la mafia de secuestros y extorsiones que le podrán dar una lección bien merecida... ¿Creo que eran de Ucrania?, ¿O quizás Rusia? No te suena el nombre de Rumpelstiltskin.

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora