CAPÍTULO 2: BANGTAN

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Tuve que alzar bastante la cabeza para que mis ojos quedaran a la misma altura que los suyos, y eso que llevo tacones. Me muerdo la lengua para no soltar un suspiro de admiración, porque creedme cuando os digo que su rostro estaba tallado por el mismísimo Apolo.

Con esa mandíbula tan bien marcada ya os podéis imaginar el pedazo de obra que sería su cara. Sus cejas bien definidas y arqueadas llevaban en el lado izquierdo un piercing de bolita que combinaba a la perfección con esos ojos que a pesar de ser rasgados eran bastante grandes y de un color tan negro que parecían dos piedras de Baduk. Su nariz perfilada y masculina destacaba a comparación de la delicadeza de sus rasgos, sobre todo de esos labios rosados con un marco de cupido tan pronunciado a pesar de ser tan delgado a diferencia del grosor de su labio inferior que escondía un lunar tan apetitoso que lo único que pasaba por mi cabeza era probarlo.

Salgo de mi trance al ver cómo pasa su mano derecha alrededor de su cuello y en ese instante me doy cuenta de cómo varios tatuajes juegan tanto en ella como en todo su musculoso brazo o al menos lo que me deja ver la camiseta.

—Te haces notar y ni siquiera has abierto la boca.

Mierda hasta su voz es hermosa.

—Tú en cambio mejoras por momentos.

Jungkook parece satisfecho ante mis palabras, ya que de un rápido gesto arruga la nariz a la vez que me regala un sonrisa fugaz haciendo que por unos segundos quede conmovida ante esta acción y no pueda evitar sonreír.

—Jeon Jungkook, ¿y tú eres?

—Alex Lee — rompiendo la atmósfera que habíamos creado tengo que apartar la vista del chico de mis sueños para cambiarla por una de desprecio a la persona que menos quería ver en este momento—:

—Pero qué gusto tenerte por aquí, hermanita. 

—Lástima no poder decir lo mismo de ti, desertor.

Puedo ver cómo mis palabras caen como un jarro de agua fría, acto que hace que una sonrisita victoriosa saliera de mi rostro.

Tenía enfrente a Kim Namjoon, el hijo de la persona que más decepcionó a mi padre, su exnovia y no por eso menos importante la mafiosa del Reino Unido.

—¿De qué la conoces?

El desconcierto de Jungkook no pasaba desapercibido pero nuestro juego de miradas en ese momento era más importante que contestarle y la llevaba clara si pensaba que sería yo quien la apartara. 

Así duramos un par de segundos pero finalmente no tuvo más remedio que apartarla para por fin contestarle a su amigo. No sin antes guiñarme un ojo, frunzo el ceño ante tal acción pero todo me queda claro cuando empieza a hablar en coreano.

Namjoon poseía el don de las lenguas y a pesar de todo el odio acumulado que tenía hacia su persona era algo que admiraba. La inteligencia siempre fue su punto fuerte y él sabía muy bien cómo aprovecharse de eso.

Hacía tres años que no nos veíamos y pude notar cómo había crecido varios centímetros, y aunque me joda admitirlo su altura no era lo único que había cambiado. Su cuerpo delgado había sido abandonado para darle paso a una versión fibrosa y atlética de sí mismo...

Qué coño, hablemos en plata, ¡está bueno que te cagas! Y esa camiseta blanca dejaba mucho a la imaginación.

Su rostro no había cambiado mucho, es verdad que ahora estaba más delgado pero aún así su belleza no para todos los públicos seguía teniendo su presencia. Labios grandes y rellenos, nariz delgada y perfilada y sin duda esos ojos miel con mirada de dragón donde tantas veces fui analizada.

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora