CAPÍTULO 29: AUSSIE

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Las numerosas llamadas a través de la puerta se hacen presente, haciendo que deje a mis dos amigos en mi cuarto para así disponerme a abrirle la puerta a un Jungkook —que espero que esté modo comprensible—. Pero antes de poder llegar al recibidor, logro escuchar claramente a Ann:

—No te apures Alex, un buen polvo de reconciliación anima a cualquiera.

Espero que sea suficiente para Jimin, pienso al abrir la puerta para encontrármelo de frente dispuesto a pasar. A lo que yo le cierro el paso, posicionando mis manos en su pecho con la intención de que deje de andar.

—Espera aquí —digo señalando la habitación de Antuán—, Ann no sabe qué has venido.

El rubio se cruza de brazos, observando todos mis movimientos—supongo que sigue en guardia conmigo—, pero Jungkook rodea nuestros cuerpos para quedar a mi lado y a su frente, añadiendo:

—Al menos así podrás escuchar sus explicaciones —me mira de reojo—, sinceras.

Parece que las palabras del pelinegro son suficientes para hacerle caso, sentándose en la cama de Antuán mientras coge uno de los libros de Yves Saint Laurent que descansaban encima.

—Lástima tener que conocer tu cuarto cuando me entero que vas a ir a cenar con otro tío.

La ironía se hace bastante presente a la vez que junto nuestras manos, adentrándonos al pequeño pasillo que había que recorrer para llegar a mi habitación, siendo esta la segunda puerta.

Una vez abierta tanto la risa de Ann como la de Antuán se hacen más grandes al hacer contacto visual con nosotros, pero la del italiano no dura mucho cuando Jungkook se suelta de mi agarre para así acercarse a él.

—Pensaba que eras alguien legal, Antuán —me rio ante la seriedad con la que le está hablando mientras observo cómo mi amigo busca ayuda en los ojos de una Ann que no puede estar disfrutando más de la situación, pero aún así no duda en intervenir:

—Irónico que un mafioso le diga a otro ¿mafioso? —Antuán niega con la cabeza haciendo que se me escape una carcajada—. Bueno da igual, que hables de legalidad es demasiado hipócrita de tu parte, Jungkook.

—La única hipócrita eres tú, que hablas de tener una relación con Jimin pero vas a tener una cita con otro —manifiesta divertido mientras posa sus ojos sobre la puerta.

Jimin, te huelo.

—Te equivocas —Ann no sueltes ninguna burrada—, nunca he hablado de tener una relación con Jimin.

—No hace falta que lo jures —ahí está el rubio con sus brazos cruzados mientras replica a mi amiga con la mirada.

Ann se levanta de mi cama corriendo hacia su amante con la intención de abrazarlo, a lo que este se zafa de su agarre haciendo que mi amiga le ponga mala cara. Obviamente Ann, ¿cómo esperas que te corresponda con tremenda necedad que acabas de soltar?

—Antuán, ¿nos vas a explicar qué es eso de la cita? —Exige Jungkook haciendo que la atención se centre en él en vez de a los rubios, pero Jimin también se adentra en la conversación:

—¿No tenías más amigas que sugerir que has tenido que elegir al Yin y el Yang? —El comentario de Jimin hace que Ann me sonría a la vez que suelta:

—Yo soy el Yin —me llevo la mano hacia la cabeza suspirando sonoramente ante la estupidez que acaba de soltar.

—A ver a mí no me carguéis el muerto —los cuatro posamos la mirada sobre el italiano que seguía en la cama pero algo más nervioso—. Unos amigos me habían pedido salir y conocer a dos chicas porque hace tiempo que no lo hacían así que...

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora