CAPÍTULO 25: DIS-EASE

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Soy consciente que el brazo de Taehyung sigue encima de mi hombro cuando la mirada de Jungkook está posado sobre este. Me alejo un par de centímetros—ganándome una carcajada sonora de Ann—, y eso es suficiente para que Jungkook se acerque peligrosamente hacia mí, haciendo que todo mi cuerpo se eleve para quedarme encima de su hombro izquierdo—regalándome una muy buena vista—.

Al estar bastante alejados del resto, me baja, acorralandome hacia un punto ciego donde estoy segura que no podemos ser observados.

El silencio nos invade, a diferencia de la rabia que emana todo su cuerpo. Supongo que no es el momento ni el lugar para empezar a detallarlo, pero es que se encuentra jodidamente atractivo con ese uniforme escolar. Su look de mafioso ha cambiado drásticamente para dejarme una clara visión de sus días de estudiante—y cómo me arrepiento de no haberlo conocido antes—. La camisa suelta no puede hacer su función ya que no deja mucho a la imaginación debido a sus bíceps. Los tatuajes son tapados mediante la manga larga, mientras que su pelo negro recae sobre sus cejas—que seguramente estén fruncidas—. Es decir, en conjunto, está creando el prototipo de su yo del pasado, y aunque la situación no sea la mejor, agradezco haber podido ser partícipe de este momento.

El viento hace que su cabello se despegue de su frente haciendo presente:

—¿Te has quitado el piercing?

No se ríe, ni siquiera hace ni un gesto. Simplemente la decepción de su cara es demasiado evidente para decir algo. Vale, esto ha superado el momento de las lentillas.

—¿Eso es todo lo que tienes que decir Lee?

Está frustrado, lo sé. Puedo interpretar perfectamente la desgana con la que me ha hablado, haciéndome sentir estúpida.

—¿En serio me vas a llamar por mi apellido? —Lo digo con rabia, esa misma que me está regalando él.

—Para —su voz suena cansada—, no voy a empezar con el puñetero juego de las preguntas.

Me quedo callada sin intención de decir nada, su cuerpo está a solo unos centímetros del mío y os juro que nunca he sentido a nadie tan lejos.

—Me he cansado de vosotros dos —mira en dirección donde nos encontrábamos antes—. De ser tu juguete.

Hasta ahí llegó mi paciencia—que para ser sincera en ningún momento estuvo— se rompe. Dejando clara mi posición. Puedo llegar a entender que la situación en la que nos encontramos no sea la mejor, tiene dudas, no lo juzgo. Pero algo muy diferente es tener que aceptar lo que está diciendo. Y si de verdad lo cree, hasta aquí habremos llegado...

—¿Qué me estás contando Jeon? —Enfatizo su apellido con asco, de la misma manera que él lo hizo anteriormente. Pero aún así no puedo evitar que sus palabras anteriores me sigan hiriendo.

Pero él tampoco se queda atrás, igual que los gestos duros de su rostro:

—Habéis quedado a escondidas, murmurado por las espaldas —empieza a enumerar con sus dedos—, os escapáis juntos a solas y ahora ¿sois novios? —Ríe falsamente—. Venga ya, no me jodas Alex.

Juro que lo entiendo y cualquier persona en su misma situación hubiera pensado lo mismo... Y no sentiría tanta cólera si no fuera porque yo estaba dispuesta a darlo todo—o casi— todo por él. En ningún momento he tenido esa poca seguridad personal de creer que Jungkook podría estar con otra persona. Es verdad que he tenido mis momentos de paranoia; tanto por Cloudy o inclusive Ann—que me tiene explicar que onda se trae con él—. Pero por lo demás, nunca dudaría de su persona. La manera en la que me mira, me toca o solamente pronuncia mi nombre, me hace sentir especial. ¿Acaso yo no le he podido demostrar lo mismo?

Penthouse #Wattys2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora