Una Verdad Perfecta [𝘾𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙖]

Interrumpidos

Lissa

-Buenos días -beso la mejilla de mi amiga-.

Ella abre los ojos con dificultad, y se los frota.

Abre la boca para decir algo, pero yo la interrumpo.

-Mejor no digas nada.

Nos echamos a reír.

Me dedico a abrir las blancas cortinas de la habitación, y dejo que entre toda la luz de la mañana.

Volteo hacia Mónica, que está incorporada sobre la cama, con la mirada perdida en... alguna parte.

-¿Qué se supone que hice anoche? -pregunta sin acordarse de nada.

-Varias cosas.

-¿Y no me acuerdo de nada?

-No.

-BFFFFF-ella bufa, y se deja caer contra la cama de nuevo, plantando su cara en la almohada-.

Yo me río, al verla.

No es que se sienta muy bien despertarse tras una borrachera. Lo sé porque... No es que me haya despertado muy bien después de la famosa fiesta de Sam, hace ya más de un mes.

«El tiempo pasa muy rápido...»

-Buenos días-digo cuando bajo las escaleras, encontrándome a Abigail con una gran taza de café paseándose por el salón-.

La veo frotarse la cara por cuarta vez en lo que lleva de mañana.

-¿Qué tal está? Mónica.

-Bueno... Ahora baja.

Por la puerta de la cocina aparecen Patrick y Daniel.

«Todo el mundo tiene una cara de muerto esta mañana, que no es ni normal.»

-Hola, Lissa-los chicos me saludan-.

Muevo la mano saludando, y dejan unos platos sobre la mesa.

-Creo que mis padres me van a matar...-confiesa Abby, cuando ya nos encontramos varios de nosotros desayunando-.

-¿Dónde ha ido a parar tú hermano?

-No lo sé. Pero en cuanto lo vea, lo mato.

-Hoy va a morir mucha gente, ¿no? -dice Daniel.

-Exacto.

-Pero, tampoco es necesaria tanta matanza -dice Patrick- . Tu hermano solo nos trajo unas bebidas.

-Nos trajo VODKA, Patrick -dice Abigail-.

Yo no puedo esconder mi expresión al escucharlo.

-¿Vodka?

-EXACTO -Abigail está hablando muy alto-.

Continuamos devorando la comida, pensando en cómo vamos a arreglar todo esto.

En ese momento, dos zombies aparecen por las escaleras. Son Mónica y Denn.

Les saludamos y se sientan junto a nosotros.

-¿Y la resaca? -pregunta Abby-.

-Fatal...-Eiden no tiene atapujos en decir la verdad-.

-Normal, si es que YO A MI HERMANO LO MATO -sigue diciendo-.

-¿Cómo está el patio? -me da por preguntar.

-Daniel se encargó de dejarlo más o menos presentable -dice Patrick-.