Odelia Baumeister y Levi Ackerman, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy semejante, deben ayudarse y madurar para superar las crisis de un mundo lleno de titanes y aprender de sus errores para poder encararse en un futuro común, superand...
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Les recomiendo leer el capítulo con la canción de fondo, espero les guste. 🌸
Había llegado el día en que el Capitán Erwin Smith proveniente del distrito Karanese, se convertiría en el Comandante No. 13 de la Legión de Reconocimiento, sustituyendo del cargo a Keith Shadis. Por la noche se celebraría el cargo a la nueva imagen de la Legión, quien por varios años estuvo presente en cada expedición que se realizaba.
Odelia sea encontraba alistando su ropa para la noche, debían llevar su uniforme impecable y ella se esmeraba en ello. Le hacía feliz el ascenso de su amigo y ella estaría ahí para apoyarlo.
Habían pasado seis meses desde el ataque de los titanes a la muralla, dejando un gran saldo de muertos y desaparecidos a su paso y la pérdida de terreno humano, arrastrando el hambre con la población.
Tocaron a la puerta de la habitación de Odelia, detrás de ella se encontraba Hange, las solicitaban en la oficina de Erwin en una hora, quería hablar con ellos antes del evento.
—¿Nerviosa por la noche? —preguntó Hange sentándose en una de las camas de la habitación.
—Más o menos, me pregunto cómo estará Erwin, debe estar muy nervioso.
—Ni que lo digas, ha estado desde la mañana histérico y el único que lo medio soporta es Levi, ya sabes como son los hombres, entre ellos se entienden. Deberías ir a hablar con él, tú y el enano son los que mejor se llevan con él.
—Tú también, Hange, eres de su confianza.
—Sí, pero yo no tengo tiempo y paciencia para ver esas cejas enojadas siempre —bromeó la castaña haciendo que ambas rieran.
—Te pasas. Pero no sé si ir, no le he dado mi respuesta acerca de su propuesta, ¿tú qué piensas?
—Creo que serías una excelente capitana.
Odelia guardó silencio, todos le decían lo mismo y, sin embargo, ella tenía una opinión diferente. Los demás capitanes destacaban por sus habilidades, Levi y Mike por su gran fuerza, Hange por su inteligencia, dudaba de estar a la misma altura que ellos y se preguntaba qué tenía de buena como sus demás compañeros.
—Ojalá tuviera a mi padre para aconsejarme, no sé qué hacer —suspiró Odelia, acomodando su chaqueta correctamente y eliminando los pliegues de su camisa blanca.
—No, no. ¿Sabes? Creo que eres un gran pilar, Erwin siempre pide tu opinión para cada decisión que toma. Es por tu gran mente de estratega —se colocó frente a su compañera y amiga, dándole pequeños golpes en la cabeza—. Deberías comenzar a creer y confiar en ti misma, Oda.
—Gracias —esbozó una sonrisa y tras una plática de Hange sobre los titanes, salieron de la habitación.
—Aún creo que deberías hablar con Erwin, eres la que más lo conoce. Si al menos lo escuchas, creo que se sentirá mejor para la hora de la ceremonia.
