Odelia Baumeister y Levi Ackerman, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy semejante, deben ayudarse y madurar para superar las crisis de un mundo lleno de titanes y aprender de sus errores para poder encararse en un futuro común, superand...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
≪❈DER GEGENWART Ⅸ. LÜGNER❈≫
LEVI
ꕤꕤꕤꕤ
Había solicitado una audiencia privada con Odelia aunque estuviera en una mazmorra. Solo pudieron concederme esa petición con la condición de mantener presente a Eren en aquella charla que tendría con Odelia, puesto que no podían permitir transportar a Eren de un lado a otro con el pueblo de las murallas considerablemente alterados. Odié la idea, pero era la única manera de poder tener una charla con ella antes de irme.
Mis piernas temblaban al igual que mis manos por lo que estaba a punto de hacer. Pero tuve que armarme de valor y entrar en aquel pasillo lleno de celdas, observando como solo dos de ellas estaban ocupadas. Al final de pasillo, se encontraba ella. Mi miedo aumentó al no poder encontrar aquella mirada que me había cautivado por tanto tiempo hace mucho. ¿Era posible que lo que le propusiera cambiara todo?
—¿Levi? —alzó la mirada, sorprendida de encontrarme frente a ella, aunque creo que cualquier sensación que haya tenido al verme, fuera borrada con el sentimiento de enojo—. ¿Qué haces aquí? —preguntó sin ninguna muestra de regocijo en mi presencia.
—¿C-cómo estás? —pregunté, tratan donde tomar el valor para continuar hablando, recibiendo una respuesta fría de su parte.
—¿Cómo crees que pueda estar cuando me encuentro encerrada? Lo mejor que puedo encontrar aquí es poder pasar el rato hablando conmigo misma —habló con ironía.
Respondí asintiendo con la cabeza, sin prestar mucha atención a su respuesta.
Con las fuerzas que me quedaban para hablar, y aunque algo agitado, me acerqué hasta lo barrotes, esperando por tener un contacto con ella y declaré:
—He luchado en vano. Ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permíteme decirte que... te admiro... Y te amo apasionadamente —por fin pude declarar todo lo que había guardado todos estos años, aunque no podía obtener una respuesta fija por la manera en que me observaba, colocándome inquieto.
Ella se encontraba pálida y muda ante mi declaración. No podía pensar qué más hacer al respecto.
Por mi parte, comencé a expresarle todo lo que sentía desde hace tiempo: »Estos últimos meses de mantenerme alejado de ti fueron una tortura y no pude soportarlo más. Me obligue a venir aquí para poder expresarte mi afecto que he guardado durante tantos años. Tuve que luchar contra mi buen juicio, las expectativas de la gente en el "hombre más fuerte de la humanidad", más que cualquier otra cosa, la deficiencia con la que te habías rebelado junto a Eren, pero he dejado todo eso de lado para expresarte lo mucho que te amo, y la petición de que acabes con mi agonía, y me permitas el honor de tomar tu mano como mi esposa.