Capítulo 6

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—¡Yahoo! —exclamaba feliz Isabel, quien se encontraba encima de uno de los caballos del escuadrón

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—¡Yahoo! —exclamaba feliz Isabel, quien se encontraba encima de uno de los caballos del escuadrón. Pronto comenzarían a entrenar para la próxima expedición que sería dentro de unos meses, por fin había logrado manipular el equipo tridimensional al igual que galopar en el equino.

Odelia, quien se encontraba con su hermana y otra soldado supervisando el trabajo de la pelirroja, observaban maravilladas por el rápido aprendizaje que llevaba a cabo la más joven. Ambas hermanas Baumeister se alejaron un poco de su compañera para hablar acerca de la nueva cadete, en especial la Odelia, quien analizaba las maniobras que dirigía en su caballo la soldado Magnolia. Le sorprendió la manera en que saltó dando unas dos vueltas en los aires para después anclar el gancho de las cuerdas del equipo tridimensional sobre el árbol que estaba a metros de ella.

—Es muy buena con el equipo de maniobras —musitó la castaña mientras veía a su compañera practicar con movimientos quirúrgicos sobre los aires.

—Así es. ¿Has avanzado con ella? —preguntó Marie con los ojos encima de la pelirroja.

Asintió Odelia en respuesta.

—Sí, no es que seamos las mejores amigas pero nos llevamos bien e incluso le ayudó a aprender a leer y escribir —respondió orgullosa la castaña mientras le dirigía una mirada fugaz a su hermana—. Creo que ella tiene mucho potencial aquí; y tú y Erwin tenían razón, lamentablemente fueron engañados pero creo que si ellos lo desean y se esfuerzan, podrían quedarse aquí. Bueno, sería bueno que ella se quedara. De los otros dos no sé cómo sean pero no puedo juzgarlos antes de tiempo. —Suspiró y la rubia colocó una mano sobre su hombro dándole confort.

—Es cuestión de tiempo para que los conozcas.

—Tienes razón aunque no te he contado acerca de mi primera conversación con el enano. —Señaló discretamente con la cabeza al azabache que se encontraba junto con su amigo castaño lejos de ellas—. Es un tipo que no me gustaría tener en mi vida.

—Me pregunto qué le habrás dicho tú. Espero que no hayas comentado acerca de su estatura u otra cosa. —Le miró seria y la menor evitó su mirada, sacando conclusiones correctas acerca de lo que pudo haber pasado, abrió de más sus ojos, sorprendida—. No me digas que...

—¡Es que él empezó! —alzó la voz lo suficiente solo para que su hermana escuchara—. Dijo que me golpearía si lo volvía a espiar y sabes que yo no hago esas cosas. ¡Además que llamó a Erwin cejotas!

Marie soltó una ligera carcajada al escuchar el apodo de su superior.

—No importa, estoy segura que pudiste manejar la situación de otra manera. Además que no entiendo qué te molesta, casi todos en el cuartel lo llaman así

La de orbes cafés colocó su mano sobre su pecho a modo de indignación mientras retaba a su hermana de manera no seria:

—¡Marie Baumeister!, no puedo creer que falta a tus principios de respeto a los demás.

Orgullo, Prejuicio Y Titanes (Levi×Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora