Capítulo 80

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≪❈DER GEGENWART Ⅷ

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≪❈DER GEGENWART Ⅷ. EIN VERRAT❈≫

—Aún me cuesta creer que Eren colaborase con el asesinato del Generalísimo Zackly.

—Aún no sabemos si Eren tuvo algo que ver.

—Baja la voz, Mikasa —le reprendió Armin.

Todos caminaron en silencio, aunque la tensión entre los nueve presentes gritaba intensamente la incomodidad entre los soldados.

—Eres consciente de que somos sospechosos de ser parte de la facción Jaeger, ¿verdad? —alegó Jean, ganándose la mala mirada de Artis.

—¡Sí! ¿Qué estaban tramando en ese entonces, Mikasa? —agregó Connie, observando la negación de la azabache con la cabeza.

—Ya se los dije. Solo se dió la casualidad de que Armin y yo estábamos ahí cuando tuvo lugar la explosión. ¿O acaso eres demasiado cabeza hueca para entenderlo? —replicó Mikasa.

—Ya basta los dos —se quejó Joelle, incómoda.

—Es tal y como dijo Pixis. Pelear entre nosotros solo traerá la ruina de nuestras filas.

—¿Entonces, Comandante, usted también cree que es buena idea confiarselo todo a Eren y a Zeke Jaeger? —preguntó Jean.

—No... Eso no sería bueno —respondió—. Zeke y Yelena deben haber sabido que, incluso si su plan salía bien, no eliminaría todas nuestras sospechas hacia ellos. Para prepararse para tal situación, deben haber planeado por adelantado y puesto en marcha otro "plan de seguridad", que debe estar surgiendo mientras hablamos. Probablemente consista en algo más que Floch para unírseles. Si realmente se prepararon para cualquier resultado, también deben haber tomado otras precauciones. Debemos investigar las verdaderas intenciones de Zeke, antes de que tengan otra oportunidad para jugar con nosotros. —explicó la castaña mientras subía a su caballo. —Es posible que me esté precipitando en mis conclusiones, pero no nos hará daño comprobarlo.

—¿Tienen algún plan? —preguntaron Artis y Armin al mismo tiempo.

—Debemos investigar cualquier lugar que emplee a los prisioneros de guerra marleyanos bajo la mano de Yelena. Por ejemplo, ese restaurante —se dijo Darío, lo suficientemente audible para los demás que comenzaban a subir a sus caballos—. Por cierto, he escuchado el rumor de que han escapado esos niños que asesinaron a Sasha... —murmuró el pelinaranja hacia Artis, quien abrió sus ojos de más al escucharlo—. ¿Qué haremos al respecto...?

La pelicobre bajó su mirada, apretando su sujeción en las cuerdas del caballo, intentando calmarse y no llamar la atención de los demás. ¿Qué podía hacer al respecto? Todo lo que menos quería hacer era recurrir a la violencia, ya que, aunque era perteneciente a un cuerpo militar donde tuvo que luchar contra otras personas, ahora entendía a la perfección que la violencia no los llevaría a un buen punto de diálogo y acuerdos.

Orgullo, Prejuicio Y Titanes (Levi×Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora