Capítulo 17

1.3K 99 4
                                    

08 de abril 2019.

Elina.

Niklaus me trataba como si en algún momento me fuera a romper y adoraba que lo hiciera pero me jodía que no me dejara trabajar junto a él y Nina, me hacía sentir inútil; cada vez que Nina se encontraba en nuestra casa trataba de que no viera a Strom, tal vez estaba exagerando pero realmente no confiaba en ella.

Kaira y Strom miraban la gran pantalla donde se proyectaba The Incredibles 2 con suma atención en tanto yo no lograba prestar atención a aquella película que había visto más de diez veces, suspiré levantándome de la cama.

–Voy por algo de agua, ¿lo cuidas?–le dije a Kai.

–Si.–respondió sin dejar de mirar la película.

Besé la frente de Strom y salí de la habitación encontrandome con Theo que se detuvo en las escaleras al verme.

–Venía justo a buscarte.–dijo sin perder su rostro serio.

–¿Algún problema?

Negó.

–Tiene una visita.–informó.

–Bien, ¿Puedes cuidar que no salgan de la habitación?–pedí con amabilidad.

–Por supuesto.

–Gracias.–le regale una sonrisa.

Me dirigí a la sala de estar mirando a la rubia sentada en un sillón del que brinco para caminar hasta mí y envolverme en sus brazos en un fuerte abrazo que no dude en responder con la misma emoción con la que ella lo hacía.

–Estas aquí.–había algo de reproche en mi voz.

–Te dije que vendría.–se separó y volvió a tomar asiento.

–Y yo recuerdo decir que no era necesario.–me senté en el sofá.

–En fin, estoy aquí.–le resto importancia– ¿Qué hay que hacer?

Elevé los hombros.

–No lo sé, desde que llegué del hospital no me entero de nada.–puse los ojos en blanco.

–¿A qué se debe eso?–cuestiono con curiosidad.

Abrí la boca para decirle sobre mi segundo embarazo pero los pasos por el pasillo me detuvieron, ambas nos giramos mirando a Niklaus y a Nina –que no se despegaba de él– venir por el pasillo.

–Kara.–la saludo con un asentamiento de cabeza.

–Schwarz.–respondió.

–Nena, tengo que ir al almacén.–se acercó a mí– llámame si necesitas algo.

Asentí mordiendome la lengua para no preguntar porque iba al almacén.

–Claro, ve con cuidado.–le sonreí.

Me sujeto de las mejillas dejando un beso en mis labios que me robó el aliento.

–Te amo.–murmuró sobre mis labios.

Lo tomé de la nuca para volver a besarlo.

–Te amo.–lo solté.

Mire como se marchaba junto a Nina y volví a mirar a Kara que tenía las cejas alzadas.

–Esa mujer está muy pegada a Schwarz ¿no crees?

–No hay nada de que preocuparse, confío en él.–pero no en ella.

Asintió y ladeó la cabeza pensativa.

–Siento que la conozco de un lugar.–susurró.

Así que no eran ideas mías.

Me comenzó a platicar de su vida en Londres con Ethan contándome lo feliz que era, tan feliz como no lo era desde hace tiempo y me sentí mal porque estuviera aquí de nuevo en esta mierda por mí pero aunque le insistí que no era necesario quedarse me ignoró por completo.

Hubo un momento de silencio entre nosotras y no pude detener las palabras que salieron de mi boca.

–Estoy embarazada.

Su boca se abrió.

–¿Qué? ¿En serio?–dijo emocionada.

Moví la cabeza para afirmar mis palabras, quise unirme a su emoción pero no pude.

–Oh... espera, ¿no te alegra?

–Claro que si pero no es el mejor momento.–dije frustrada.

–Elina.–se levantó para tomar asiento a mi lado.

–Siento que me va a quitar todo Kara.–contuve el aliento.

–Niklaus jamás permitiría eso.–dijo confiada.

Lo sabía pero no hacer nada me hacía sentir insegura, en cualquier momento iba a atacar y yo no sabía que hacer para evitarlo o por lo menos para que el golpe fuera de menor impactó.

Cuando la noche llegó Kara y yo nos pusimos a hacer algo de cenar mientras Kaira jugaba con Strom en la sala de estar donde podía verlos desde la cocina, más tarde al estar cenando recibí un mensaje de Klaus avisando que llegaría tarde, quise pedirle que regresará sin embargo no lo hice.

Le prepare una habitación de invitados a Kara para que se quedara a dormir. Me acosté al lado de Strom observando como dormía con su dedo pulgar dentro de su boca, me transmitía tanta tranquilidad que odie que Cohen estuviera aquí para robarmela.

Logré escuchar cuando Niklaus entro a la habitación y después de un rato se metió al otro lado de la cama, abrí un ojo y lo mire en la oscuridad observando el techo.

–¿Está todo bien?–dije bajito.

Volteó su cabeza y me miró.

–No quería despertarte.–se disculpó.

–Tengo el sueño ligero.–hice una mueca– ¿Pasa algo?

–Nada de que preocuparse nena.–estiro su brazo y me acarició el cabello.

–Niklaus.–susurré.

Suspiró.

–Encontrar a Eric es más difícil de lo que creía, no sé por dónde comenzar.–volvió su vista al techo. La frustración era latente en su voz.– Tengo que llevarme a Strom.

Mire a mi pequeño dormir entre los dos e intenté no llorar, no quería separarme de él.

–Tú irás con él.–informó.

–No voy a dejarte solo Niklaus.

–No hagas esto más difícil.–dijo cansado.

–Eric viene por mí.–dije algo que ya era obvio– trabajamos juntos o voy a encontrar la forma de hacerlo sola.

Me miró en silencio.

–No voy a irme.–finalice.

Amargo Paraíso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora