Capítulo 60

937 57 2
                                    

19 de julio 2019.

Elina.

Querida Kara,

Hace un mes desde tu dolorosa partida que nos ha dejado a todos los que te amamos con el alma destrozada y la vida en pausa sin saber que sigue después de hoy, vivimos al día con la idea de que ya no estás sin embargo es tan agonizante imaginar una vida sin ti que a veces prefiero cerrar los ojos y creer que sigues a mi lado, que estás en un lugar seguro esperando a que el infierno se termine pero al abrir los ojos tú no estás y el dolor se intensifica.

Te contaré lo que ha pasado desde tu ausencia:
Los primeros días después de tu partida sentí que caía en un hoyo tan profundo que parecía no tener fin, la culpa de no poder hacer más por ti me fue consumiendo poco a poco hasta el punto en el que creí que no podría sobrevivir, estuve en nuestro penthouse dónde pasamos tantas risas, llantos y enojos juntas, algo que ya no podremos pasar, se que nos hizo falta tiempo y lamento tanto no poder haber llegado para salvarte, espero que un día me puedas o me pueda perdonar.

Niklaus me llevo a Virginia, creyó que llevándome lejos del caos mejoraría y quise darle eso a pesar de saber que ni estando al otro lado del universo alguien podría salvarme del dolor que esta terminando conmigo aunque es cierto que estando ahí con él todo parecía tener sentido de nuevo, solo se trataba de un analgésico que conseguía poner en pausa lo que sentía, necesitaría vivir drogada para sobrevivir y ambas sabemos que no tengo una buena relación con las drogas.

De Santis cumplió su palabra y me ayudó a atrapar a Eric. En el momento en el que lo ví no fui más yo, fue como si alguien más se apoderará de mis actos, eso he querido creer pero no, solo fui yo cegada por el dolor y la sed de venganza, las ganas de terminar todo de una maldita vez porque erróneamente creí que cuando acabará con él mi dolor desaparecería pero sigue aquí tan fuerte como el primer día.

Hace dos días tuve la misma pesadilla que me había estado atormentando, esa donde Niklaus moría en manos de Eric y no pude ser razonable un segundo más porque mi razonamiento se había ido al carajo junto con mi cordura, conduje hasta el almacén y lo maté, lo apuñale cuarenta y seis veces en el tórax terminando así con su vida, no fui yo quien lo mató sino la rabia, la impotencia, el dolor, la tristeza y todo eso que había estado guardando solo para mí.

Ethan se irá a Colombia junto a Theo aunque eso probablemente él ya te lo contó, está tan destrozado desde que nos dejaste que se que al igual que a mí la idea de tener que seguir sin ti nos atormenta cada segundo sin embargo lo haremos porque sabemos que es lo que tú hubieses querido, se que quieres que sigamos con nuestras vidas pero dime ¿cómo se sigue sin ti?

Niklaus partió ayer por la noche a Moscú a cuidar de nuestro pequeño que aunque se que me extraña como yo lo hago no puedo dejar que vea a su madre en un estado de locura como en el que me encuentro, se que hará su mejor esfuerzo para que los meses de mi ausencia pasen rápidos para Strom y para él también.

Dentro de poco tomaré un vuelo a Alemania junto a Dante que me acompañará a aquella clínica psiquiátrica donde me internare hasta que mi estado mejore, hasta que pueda pensar en ti y duela menos y hasta que aquel lado psicópata que despertó en mí se apague porque después de tanto tiempo merezco vivir en paz, vivir tranquila, merezco vivir por mí, por ti, por ellos.

Escribo esto delante de tu tumba con el corazón en la mano y las lágrimas corriendo por mis mejillas, te puedo sentir aquí a mi lado y puedo imaginarte con la cabeza recargada en mi hombro disfrutando de la brisa que es capaz de mover las hojas en lo alto de los árboles, escribo aquí para que sepas que todo termino y ya puedes descansar en paz.

Con amor, Elina.

Pillé a Dante observando la cajita de terciopelo dentro de su saco con lo que él creía era discreción pero no me pasó desapercibido el enorme diamante que se encontraba en el interior, me acomode en el asiento abrochando el cinturón y aclare mi garganta llamado su atención.

-Pídeselo.-le regale una sonrisa pequeña que esperaba le hiciera saber que lo apoyaba aunque realmente no importaba lo que yo opinara.

-No estoy seguro si...

-Si la amas no pierdas el tiempo Dan, el tiempo actúa de una manera extraña.-mis palabras se convirtieron en un susurró que logro llegar hasta sus oídos.

-¿Crees que dirá que sí?-sus ojos brillaron.

-Creo que se volverá loca, en el buen sentido.-reí con tensión por la elección de mis palabras.

-Quiero que estés presente.-me miró como solía mirarme cuando éramos pequeños y no quería hacer algo solo.

-Lo estaré, no está vez pero si cuando estés en el altar.

-¿Lo prometes?-dijo con voz temblorosa como si tuviera miedo a que mi respuesta fuera negativa.

-Lo prometo, promesa de mellizos.-la promesa sagrada e inquebrantable entre nosotros.

El aterrizaje en el aeropuerto de Friedrichshafen fue todo un éxito, Armin me regaló una sonrisa en forma de despedida mientras bajabamos del jet mirando a un hombre esperar por nosotros en una Hummer negra donde ya se encontraban subiendo nuestras maletas. El centro psiquiátrico se encontraba a solo quince minutos del aeropuerto, parecía un lugar muy tranquilo rodeado de naturaleza y cerca del lago Constanza, sabía que Klaus había pagado un dineral para que lo que saliera de mi boca no se supiera en ningún otro lado.

-Así que...-Dante se giro hacia mí cuando la camioneta se detuvo en la entrada.

-Así que no me extrañes mucho.-junte mis labios deteniendo el puchero.

-Imposible.-se movió en el asiento y me envolvió en sus brazos- No olvides quien eres y quienes esperan por ti.

Contuve las lágrimas que amenazaban con ser derramadas en cualquier momento.

-Te amo Dan.-bese su mejilla separándome de él.

-Te amo Ellie.-dejo un beso en mi frente antes de que ambos bajaramos de la camioneta.

Tome la agarradera de mi maleta y comencé a andar colina arriba con Dante a mi lado en silencio, una palabra más y ambos romperíamos en llanto.

Me detuve un segundo en la entrada donde un guardia después de verificar mis datos abrió la puerta para mi ingreso, mire a Dante y le regale una sonrisa antes de entrar a aquel lugar que me hizo saber al instante que todo había terminado, mi infierno había llegado a su final.

Amargo Paraíso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora