XII: El mantra

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Daeron

~♚~

Paso la página del libro que estoy leyendo, los rayos del sol iluminan la biblioteca, donde me encuentro sentado, no sé porqué no logro concentrarme en los párrafos, los cuales tengo que releer aproximadamente tres veces para entenderlos porque mi mente se desconcentra con pensamientos estúpidos.

A mi mente viene el recuerdo de hace dos noches, que se suponía ya debía haber olvidado, como quedamos, pero sigue rondando latente en mi cabeza y en mi piel. No hay nada que me moleste más que batallar con mi subconsciente por decisiones que ya han sido tomadas.

Cierro el libro con fuerza y lo lanzo con fastidio sobre la mesa, la verdad no le estoy prestando nada de atención a la lectura, solo estoy perdiendo el tiempo y eso también me molesta. Me levanto y salgo de la biblioteca.

Voy a mis aposentos en busca de mi bata para ir a desestresarme un rato a mi Balmes Romano, el día está caluroso y eso lo amerita. Sólo quiero nadar y sumergirme en el agua ya que el verano está tocando la puerta en los cielos de Bohemia y el calor comienza a hacer estragos. No será por mucho tiempo así que no le pido a la servidumbre que me lleve aperitivos ni vino.

Camino a paso apresurado y es que estoy ansioso por sentir ya el agua fría en mi piel, voy desabotonando la parte de arriba de mi traje, me lo quito seguido de la camisa que dejo en el perchero antes de entrar al lugar. Deshago el hilo que amarra mis pantalones cuando en medio de mi Balmes me encuentro con una figura de mujer de espaldas nadando.

¿Quién demonios ha tenido la osadía de entrar a mi Balmes privado sin mi consentimiento?

Iba a gritar enojado pero se da vuelta para volver y me toma por sorpresa darme cuenta de que es la Reina Brianna. «Maldición», se sumergió por un segundo y su cabello está pegado a su piel por lo mojado mientras ella respira agitada después de salir a la superficie, pasa sus manos por este quitando los mechones sueltos que le incomodan en el rostro. Echa la cabeza hacia atrás para comenzar a nadar en reversa prácticamente flotando en el agua.

Universo... Concédeme paciencia y sabiduría para no flaquear.

Aunque su cuerpo está dentro del agua se logra ver la silueta borrosa del mismo «está desnuda» y aunque no se logra detallar bien el sólo hecho de imaginar lo que hay exactamente allí debajo me pone duro ipso facto. Toco mi frente desesperado por lo que está pasando y recuerdo lo que me he repetido desde el día en que cometí el error de besarla y manosearla.

«Debes respetar la alianza»

«No es una prostituta»

«Debes respetar la alianza»

«No es una prostituta»

Respiro profundo mientras me lo repito como un mantra, cuando su voz me saca de mi ritual mental.

—¿Qué está haciendo aquí? —me pregunta molesta.

—¿Perdón? —la observo asombrado con el ceño fruncido—. Este es mi palacio, puedo estar donde yo desee. Además, no sabía que estaba usted aquí ya que nadie me lo informó.

—Usted dijo que podría hacer lo que yo quisiera. —dice con un tono manipulador mientras nada hacia dónde estoy con una mirada altiva.

—Sé lo que dije —la observo con los ojos entrecerrados, ella siempre está retándome—. No estoy cuestionando que se encuentre aquí, sino explicándole que no lo sabía y por eso he venido confiado de que me iba a zambullir un rato, míreme. —Abro los brazos para que me observe, estoy casi desnudo si llegara a bajar mis pantalones.

Kingdom: Fire will Reign [Fire I] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora