XVII: Agobio

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Brianna


~♛~


Aprecio a través de la ventana el día soleado y el cielo azul bien despejado, no me apetece escuchar lo que hablan mientras almorzamos o mirarle las caras a Daeron y Eliza que están sentados uno al lado del otro, ella le lanza miradas y el las recibe gustoso. Ella se acerca y besa descaradamente sus labios, todos los presentes se quedan perplejos.

Pero yo me siento miserable.

«Malditos», se me retuerce el corazón y el estómago de la rabia y desazón, los celos me corrompen el alma, haciéndome querer arrojar todo y salir corriendo para no seguirlos viendo.

El día de hoy es el evento de caridad, temprano hablé con Memphis para asistir y me dijo que si podría. Así que envié a Raimond a reunir de nuestro oro y la comida que he mandado a traer de Inglaterra para colaborar. Cuando termina el calvario del almuerzo «por fin», cada quien toma rumbos diferentes para hacer sus deberes. Rogerio se me acerca a paso acelerado hasta llegar a mi lado.

—Bri —hace una reverencia «no puedo creer que aún lo haga», sonrío divertida al verlo—. ¿Irás al evento?

—Sigues haciendo reverencia cuando no tienes porqué —me cruzo de brazos—. Y sí, justo voy a prepararme.

—Es que, es imposible verte y no rendirte pleitesía. Se me olvida que soy un rey cuando te veo —sonríe, apenado—. Le pregunté a Daeron si podía asistir y me dijo que sí.

—¿En serio? —me sorprende que Daeron tuviera una respuesta positiva con Rogerio.

—Bueno, sus palabras fueron más como: "Haz lo que te plazca y no me molestes más" —Admite, imitando su tono de voz, haciéndome reír «lo sabía».

Giro los ojos y descruzo los brazos que estaban sobre mi pecho. —No es raro en él, ser de personalidad cambiante —expreso—, entonces nos veremos en el evento, Rogerio.

—Por supuesto. —Asegura y se retira.

Yo continúo mi trayecto hacia mis aposentos donde voy pensando en qué usaré «para no pensar en otra cosa», Lihena llega para ayudarme y no puedo agradecer más, porque en realidad no tengo cabeza para eso ahora. Me ayuda a elegir un lindo y simple vestido para tener más comodidad al caminar, ya que estaremos visitando lugares.

El vestido es de chifón azul con un corsé muy adornado con piedrería y perlas, trae una capa que se ajusta en el cuello y se desliza por los brazos, como mangas extensas que caen hasta el suelo.

Cuando ya estoy vestida, elijo una bonita y también simple corona, para no exagerar. Solo uso anillos y zarcillos porque la capa ya cubre mi cuello como para colocar un collar, Lihena intenta maquillar un poco mi rostro con kohl y colorete, coloca un bálsamo de color en mis labios y para finalizar rocío un poco de perfume en mi cuello.

Al salir de la alcoba voy en busca de Raimond, quien me acompañará con más de nuestros guardias. El carruaje ya está preparado, Raimond me comenta que Rogerio y Daeron ya no se encuentran en el palacio. Salimos y subo al carruaje acompañada de Raimond y Lihena. La necesito para que me ayude y para tener un apoyo moral conmigo, Raimond no sabe lo que me sucede, así que no puede entender mi situación.

El camino es tranquilo y armonioso, Lihena cruza una que otra palabra con Raimond preguntándole por su estado de salud y si ya se siente completamente bien.

Yo por otro lado, no dejo de observar el camino por la ventana, no sale de mi mente la escena de Eliza besando a Daeron, el saber que ellos probablemente vayan a volver me lastima, mis ojos amenazan con empañarse pero respiro profundo para detenerlos. Llegamos a una zona del pueblo de Praga, le pido al cochero que pare para comprar unas cuantas cosas antes de llegar.

Kingdom: Fire will Reign [Fire I] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora