XIX: Una poco feliz vuelta al sol

4.1K 448 235
                                    

Brianna

~♛~

—¿Qué tal se ve este? —pregunto colocando el vestido por encima de mi cuerpo para dar un vistazo de cómo se vería. 

—Muy recatado, Majestad. —Contesta Zanet. 

—A mí me gusta. —Contradice Lihena.

—Porque eres una santurrona —se burla Zanet de Lihena haciéndola enojar. Esta última le lanza una mirada de pocos amigos y la ignora—. ¿Qué? —se defiende—, no miento. 

—Bueno, basta. Busquemos otro entonces. 

El día de hoy vamos a almorzar en el jardín con Rogerio y Courtois. Las chicas también me acompañarán, para compartir un rato diferente con la gente que me agrada. También había invitado a Memphis pero estará ocupado resolviendo un tema importante así que no podrá asistir. 

Terminamos escogiendo un hermoso vestido color crema forrado con encaje negro, también escogen joyas a juego con mi atuendo para ayudarme a colocarlas. Bajamos mientras vamos conversando para hacer tiempo en el camino al jardín donde todo está preparado.

La mesa al aire libre y llena de comida nos espera junto con Rogerio y Courtois «falta mi querido Raimond», nos sentamos para saludar y comenzar a almorzar. 

—Luce hermosa el día de hoy, reina Brianna. —Me halaga Rogerio, haciéndome sonrojar. 

—Gracias, Majestad. —Respondo con gracia.  

—¡Oh, vamos! No finjan que no tienen la confianza de tutearse, pueden hacerlo. —Expresa mi disparatado e imprudente Consejero.

«Lo voy a matar» 

Le arrojo una mirada para reprenderlo y él se acomoda en su silla, nervioso y a la vez divertido. Cuando me entregó la lista de reyes solteros casi me atraganto, no me imaginé que solo habrían un par, excesivamente viejos y moribundos. No puedo casarme para volver a enviudar a los pocos meses y estar en una encrucijada otra vez.

El resto están felizmente casados ya.

Pasamos un buen rato mientras almorzamos, luego tomamos el té y las ocurrencias de Courtois y Zanet me privaron de la risa más de una vez. En un momento observamos que se acerca Dante a nuestra mesa y me entra una sensación de susto, él nunca es portador de buenas noticias. 

—Majestades —hace una reverencia varonil y militarizada—, señoritas, señor —saluda a Lihena, Zanet y Courtois—. Vengo a informarles que el Rey Daeron solicita una reunión de urgencia con ustedes.

¿Qué estará pasando ahora? Mi estómago se agita en una penetrante angustia

¿Habrá sucedido algo malo? 

—Iremos en diez minutos, gracias Dante. —Le respondo y él asiente para darse vuelta y marcharse. 

Terminamos nuestro té para retirarnos del jardín lateral y adentrarnos al palacio nuevamente. Subimos al salón de reuniones Rogerio, Courtois y yo mientras que Lihena y Zanet van a hacer sus quehaceres. En el salón se encuentra ya el Rey sentado con gesto inexpresivo y serio, Memphis está a su lado y nos invita a pasar y sentarnos. 

Desde aquella noche en mi alcoba, ha estado diariamente de muy mal humor.

—¿Qué hace él aquí? —inquiere rabioso refiriéndose a Rogerio. 

—Le pedí que me acompañara. —Miento, pero no voy a permitir que lo humille, como sé que le encanta hacerlo. 

Daeron rueda los ojos, ofuscado. Mira a Memphis dándole señal para que comience a hablar él. 

Kingdom: Fire will Reign [Fire I] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora