XXX: Ansias previas

3.8K 405 70
                                    

Daeron

~♚~

Me parece que nunca antes había experimentado una sensación de ardor y pesadumbre recorriendo todo mi interior, como la que estoy sintiendo en este momento. No puedo creer que una persona como Rogerio sea capaz de sublevar mi existencia con la escena que acabo de atisbar hace un momento.

Me parece que lo subestimé demasiado, no imaginé que lograría cautivar o captar la atención de una mujer como lo es Brianna. Tan distinta al resto, tan inigualable y omnipotente.

Ella a pesar de todo, es un ser noble y amable. Cómo lo he pensado antes: el equilibrio perfecto entre el bien y el mal. Por eso deslumbra a todo el que la conoce, pues la belleza no es el único atributo que la engrandece. Brianna Armstrong es la mujer más poderosa de Europa y me parece que aún no está al tanto de eso, es tan completa que parece irreal.

Mi estómago vuelve a contraerse en un manojo de nervios al sopesar que haya aceptado la propuesta de Rogerio. Lógicamente él puede darle lo que yo no puedo. Casarme de nuevo es lo último que podría hacer, juré por mi madre jamás volver a hacerlo desde que me enteré de la traición de Eliza y Rhemian.

Las promesas en nombre de mi madre son sagradas.

Mi vida ha sido una odisea de traiciones y tragedias, me cuesta confiar en las personas. Para mejor prueba de eso, ahora Dante también ha resultado ser un traidor.

Tal parece que la desgracia siempre me persigue.

Observo a Brianna salir del salón al que se había llevado a Rogerio luego de que este le pidiera matrimonio. La ansiedad me carcome cuando la veo subir los escalones hasta llegar al piso donde me encuentro, iba a seguir su camino pero yo me adelanto a tomarla suavemente del brazo para detenerla.

—¿Qué le dijiste? —indago desesperado.

—Daeron...

—Dime que no aceptaste. —Interrumpo antes de que pueda continuar.

Ella cambia su posición, arrugando las cejas.

—¿Y qué si lo hice?

—Lo mataré. —Espeto.

—Ay por Dios. No bromees con esas cosas. —Me regaña, cruzándose de brazos.

—¿Tengo cara de estar bromeando? Te juro que lo mataré. —Sentencio, ofuscado y arrogante.

—Ya deja de decir sandeces, Daeron. Estás enfermo, no harás nada contra Rogerio ¿me escuchaste bien? —me dice con un tono amenazante.

—¿Te importa él? —los celos vuelven a crecer y recorrer mis venas como una torrente imparable.

—Pero claro que me importa —admite, encolerizándome más—, es una gran persona que ha estado conmigo en los momentos en los que tú has sido un imbécil. No voy a permitir que nadie lo dañe, ni yo lo haré. Así que déjate de actitudes déspotas.

—¿A qué te refieres con eso?

—¡Majestaaaaaaaad! —el canturreo de Courtois me desvía la mirada, viene trotando a brinquitos, emocionado. Giro los ojos y resoplo—. ¡Qué gran noticia! ¿Se va a casar con el Rey Rogerio? Acabo de escuchar sobre la propuesta.

—Por los momentos no, Courtois —responde y siento como mi alma regresa a mi cuerpo nuevamente, haciéndome espirar el aire que tenía presionado en mi pecho—. No es el momento, aún.

—¿Cómo que no es el momento aún? —Courtois la observa confundido.

—Se viene la guerra, ahora todo es incierto. No se sabe siquiera si regresaré. Y ya no me apetece seguir hablando sobre esto. Si me disculpan. —Nos esquiva para marcharse.

Kingdom: Fire will Reign [Fire I] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora