Capítulo 5: El fin justifica los medios

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—Esto pensaba Maquiavelo —comenzó Merlí— ¿Que opinas sobre esto Gerard? ¿El fin justifica los medios?

Gery se ponía muy nervioso cuando le preguntaban algo en clase, lo cual lo hacía tierno y gracioso.

— P-pues.. supongo que según el fin — Merlí le dió una cara de -no me digas-

Pol levantó la mano — Yo creo que aquí lo importante no es quién gobierna, sino cómo gobierna.

— Excelente.

Joan levantó la mano algo confundido — No, que el tema me parece muy interesante, pero no está en el temario.

Todos empezamos a quejarnos y decirle cosas al pobre chico, Joan podía ser un poco plasta a veces con los profesores.

— Daré el temario completo, pero a mi manera. Así que y teniendo en cuenta que falta papel higiénico en los baños, pueden usar libremente el temario para limpiaros el culo.

Reímos y Pol mostró gráficamente lo que había dicho Merlí.
Tony, el director, entró al salón y detras de él venía una chica. Era morena y muy guapa, aunque intentaba a toda costa evitar nuestras miradas.

— Disculpen la interrupción — tomó del hombro a la chica — Ella es Mónica De Villamore, empieza hoy.

— Bienvenida Mónica, toma asiento por favor.

Todos mirábamos a la chica como si fuera de otro planeta, está claro, no estábamos acostumbrados a recibir alumnos nuevos. Siempre eran las mismas caras.

— Continuemos.. en El Príncipe, Maquiavelo dice que el poder está por encima de todo. ¿Que pensais? A ver Mónica.

La chica levantó la cabeza — No sé... Es fuerte que un estado pase por encima de sus leyes para defenderse a si mismo. Además ¿Por qué debe depender de nuestra vida sin ningún tipo de limitacion?

Todos nos quedamos asombrados, Gerard estaba embobado con Mónica.

— Es una reflexión excelente — Contestó Merli, que también se veía asombrado — Muy bien, para la próxima clase seguiremos viendo a Maquiavelo. A ver, Zoe, tú qué estas tan apegada a la literatura y a los libros, necesito que consigas un ejemplar copia de "El Príncipe", página 100 anotaciones.

— Vale — anoté todo en mi cuaderno.

— Cuando lo consigas, ven a verme.
Salgan al recreo, peripatéticos.

Estaba con Tania y Berta, de lejos ví a la chica nueva, estaba leyendo un libro y completamente sola. Me levanté decidida a decirle  qué se siente con nosotras.

— Hola, ¿Mónica, cierto? — se sacó los auriculares y me sonrió asintiendo, miré el libro que llevaba en manos — El lobo estepario, es una buena obra.

— ¿La has leído?

— Hace un tiempo. Oye, no es plan que estés aquí sola, ven con nosotras y hablamos ¿Va? Somos simpáticas, Berta está algo frustrada por su ex novio pero va.
Mónica aceptó con algo de entusiasmo. Resulta que era majísima, vivía en la zona alta de Barcelona y sus padres eran médicos, además de leer su pasatiempo era peinar, ya nos había invitado a su casa para alisarnos el pelo.

Antes de tener literatura con Eugeni me dirigí a la biblioteca en busca de lo que me había pedido Merlí. No fue tan fácil, no tuve ayuda porque la bibliotecaria no estaba tan interesada en los libros, sino en su celular.
Después de un par de minutos en la sección de filosofía lo encontré, la dichosa copia del Príncipe, marqué con una pequeña hoja la página que el me había dicho.
Luego de clases iría a verlo para entregárselo.

Eugeni estaba entregando los exámenes de la semana pasada, se encontraba de un humor... Complicado.

— Vilaseca — Marc festejó el dos que se había sacado.

— Tania Illía — Cuatro, había maldecido por lo bajo.

— Zoe Lorca, como siempre — miré mi hoja, un ocho. Pues me había equivocado en algo muy simple, pero estaba bien con la nota.

Le entregó el examen a Joan con algo de decepción — Vamos Joan, eres mucho mejor que esta nota.

Marc le quitó el exámen a Joan con algo de brusquedad — ¿Un seis? Que te pasa tío.

— Nada, déjame.

Era muy raro que Joan se saque notas bajas, pero en fin, no siempre tenemos buenos días. Yo he reprobado algunos exámenes de literatura, y no me siento orgullosa de pensarlo.

— Pol Rubio y Bruno Bergeron — les entregó las hojas con una sonrisa irónica — Gracias por participar.

Bruno maldijo, no tan por lo bajo porque Eugeni lo escuchó. Oi claramente como Pol dijo "Este tío nos tiene manía".

— ¿Sucede algo pequeño Bergeron?

— En la pregunta seis he puesto tal cual decía el libro, y aún así me puntuaste la mitad.

El profesor le dió una mirada asesina — En vez de cuestionar mis métodos de corrección, recomendaría que estudies bien para el próximo examen — nos fulminó a todos —  Que es dentro de dos dias.

La queja general se hizo presente, era muy poco tiempo y muchos temas. Creo que podría arreglarmelas sola.

La campana de fin de jornada sonó, todos estaban encantados de volver a sus casas.
Antes Bruno me detuvo, estaba algo apurado.

— Zoe, tía, necesitas ayudarme por favor.

— Dime — por nuestro lado pasó Merlí.

— Papá suspendí literatura — dijo en tono de reproche.

— Te felicito — le palmeo la cara un par de veces.

— Eugeni me reprobó porque me tiene manía, por tu culpa.

— No me vengas con las manías, estudia para el próximo examen y acepta la mediocridad de Eugeni. — reí ante la pequeña discusión de padre e hijo. Merlí siguió subiendo las escaleras y de pronto recordé el libro.

— Zoe, ¿Vienes a mi casa y me ayudas a estudiar mañana? Por favor, no quiero reprobar el semestre. Nunca tuve problema con literatura.

— Está bieeen, te ayudaré. — Me besó las dos mejillas sonoramente y rei ante esto.

— Te amo Zoe Lorca, si apruebo te dedicaré mi triunfo.

Me rei y me despedi de mi amigo, mientras tanto subí corriendo a sala de profesores pensando en que Merlí estaría ahí. Efectivamente.

— Merlí.

Se giró y dejó de escribir lo que estaba escribiendo — Zoe.. pasa pasa.

— Tengo el libro.

— Adelante, que velocidad. Lo conseguiste muy rápido.

— No fue fácil, pero aquí está — apoyé  el libro en la mesa.

En ese momento, Gloria, la profesora de artística entró con una encantadora sonrisa.

— Hola Merli, Zoe permiso, paso a dejar unas fotocopias de un examen de Eugeni — las apoyó en un casillero y se fue.

Sonreí distraída mientras Merlí veía el libro con disimulo.

— Pues está perfecto, me lo quedaré, será muy útil para la próxima clase Zoe.

— Me alegro que sea útil, nos vemos en clase Merlí.

Sali de la sala de profesores acomodando bien mi mochila en el hombro, tendría un largo viaje a casa y seguro Tania no me esperó para irnos juntas como siempre.



La paradoja del cuervo || Merli #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora