Capitulo 25: La despedida

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El fin de curso y las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina, todos estábamos muy ansiosos disfrutando de los últimos días de clase.
Para la clase de hoy, Merlí nos había puesto a recoger y limpiar la basura del salón, que por lo cierto estaba asqueroso.

- ¿Y por qué hacemos eso? - pregunté.

- Limpien y no hablen, cuando terminen les explicaré. Recuerden juntar todo en el cesto de basura.

Seguimos unos diez minutos más hasta que el cesto esté repleto de basura, ahí fue donde Merlí nos hizo sentarnos en nuestros lugares para dar inicio a la clase.

- Os hice juntar la basura... para que hablemos del amor. - dijo con una sonrisa retorcida para luego tomar el cesto y tirar toda la basura encima del escritorio.

Todos hicimos muecas y sonidos de asco, y ahí estaba la media hora de "trabajo" de limpieza que habíamos echo.

- El filósofo esloveno Zizek decía que debemos amar el mundo en que vivimos con toda su mierda, igual que cuando nos enamoramos de alguien: el amor de verdad es aceptar a la persona con todos sus defectos.

Mientras el decía esto yo pensaba, que sugerente, Oksana y Gerard habían terminado al igual que Joan y Mónica, aunque estos dos terminaron de una manera más ruidosa. Pensé instintivamente en Pol y en mí, ¿Éramos algo? Estaba segura que no, pero a los dos nos faltaba amor y buscábamos el consuelo en el otro.

La amistad de Pol era algo que no quería perder, no estaba dispuesta a eso. Intenté hacer contacto visual con el, pero tenía la vista pérdida y concentrada en lo que el profesor decía.

.

- Me iré a Roma - anunció Bruno sentado en la escalera, estábamos nosotros dos y Tània.

- Ya lo sabemos, a follar con tu novio - dijo Tània riendo, pero frenó al ver la seriedad.

- Que no, me iré, me iré a vivir. Para siempre.

Fue un minuto de rotundo silencio, Tània soltó una sonrisa con ojos vidriosos.

- Estás mintiendonos.

Negó con la cabeza - a mí padre también le costó aceptarlo pero, es lo mejor para mí.

-¿A vivir? Joder Bruno, pero es que es difícil, no te veremos nunca más.

Sabía que por dentro él lo dudaba, pro al mismo tiempo sonaba muy seguro.

Tània se limpió los ojos con la manga del Jersey - Eres mí mejor amigo Bruno, te extrañaré mucho, pero si es lo que te hace feliz..

- Si ustedes lloran, lloraré. Mañana por la noche voy al aeropuerto, me gustaría poder despedirme antes de ustedes dos. Y por favor, no le digais nada a nadie.

- Mañana iremos a tu casa antes de que te vayas- dije mirando a Tània, quien asintió.

-¿Ya no seremos más el trío de oro?

Los tres nos abrazamos muy fuerte, sin importar estar sentados en la escalera del insti.

- Claro que sí, seguiremos hablando tías.

***

La noche de la ida de Bruno hacía mucho frío, la recordaré siempre porque tuve que caminar por la noche mientras casi que helaba.
Tània ya estaba con Bruno, abrazándolo en la calle mientras el sostenía la maleta en su mano derecha.

- Eh.. - Susurré con algo de tristeza y abrace a mí amigo - Bruno, destaca entre todos los demás. Sé el diferente. Italia espera por ti.

- Te echaré mucho de menos Zoe, y te quiero demasiado, aunque vivas corrigiendo mis faltas ortográficas.

Sonreí entre lágrimas, Tania que estaba igual de emocional que yo, se giró para darle paso a alguien más, a una persona: Pol.
Lo miré confundida, pero entendí que Tània lo había llamado, y entendí que él debería estar aquí.

- ¿Pensabas no decirme que te ibas a vivir a Italia? - le preguntó, Bruno no supo que responder - Ven aquí hombre.

Se dieron un abrazo, un abrazo tan apasionante y necesitado que hizo que me de un escalofrío. Me dolió porque sabía lo que Bruno sentía por él.

- Ustedes dos, cuiden que éste no se meta en problemas eh - nos dijo señalandonos con el dedo. Volvimos a darle un abrazo y finalmente se subió al taxi.

Vimos como se fue, lo más doloroso era saber que no lo volveríamos a ver en el último curso. Me puse a llorar más fuerte, odiaba las despedidas, odiaba esto.

Tània quien también lloraba mucho me abrazó y tomamos rumbo a nuestros hogares, estábamos juntas a partir de ahora.
Con toda la sutileza giré para ver si Pol seguía ahí, se había ido caminando hacia otra dirección pero miraba hacia nosotras. También lloraba, sus ojos estaban muy rojos al igual que sus mejillas.

Esta noche habíamos perdido a alguien fundamental en nuestras vidas, nunca sabremos cuando Bruno volverá aunque sea a visitarnos.
El paso del tiempo es una mierda.

La paradoja del cuervo || Merli #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora