Capitulo 18: Complicidad

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Coralina era nuestra nueva profesora de historia y también la nueva jefa de estudios, reemplazando el puesto de Eugeni.
Era... ¿Cómo lo explico? Bastante cabrona.

— A ver a ver, hoy vamos a hablar sobre el detonante de la guerra civil española.

Agarramos nuestros cuadernos para anotar, Coralina puso una cara de desaprobación al mirar un punto fijo.

— Berta... ¿Acaso no tienes frío? — preguntó inquisitiva.

— No.. — contestó mi amiga confundida, creo que a todos nos extrañó esa pregunta.

— ¿No tienes algo para taparte? — reparé en la blusa algo escotada que llevaba la chica.

— Pero estoy bien así.

— Pues mira... ¿No te parece demasiado llevar esa blusa? — la profesora se sentó en el borde de la mesa — yo necesito que tus compañeros se centren en la guerra civil española, no en tu escote.

Joder, que mala hostia, como se había pasado. Pobre Berta, ella que solía ser muy contestona no pudo decirle nada.
Algunos soltaron unas risas, pero a la mayor parte del curso se quedó con seriedad.

— ¿Entonces nadie recuerda la fecha de inicio? — volvió a preguntar posando su vista en todos, seria. Maldita bruja. Quise contestar.
Joan terminó dando la respuesta correcta y realmente se lo agradecí, porque ya no la soportaba más.

A fin de clase nos encontramos con Berta, quien había sacado un jersey de su casillero y se lo había puesto.

— No tienes que escuchar lo que dice esa idiota — la reprendi.

— No no, solo es que me sentó mal.

Pocas veces la habíamos visto así tan vulnerable, es obvio que se quedó con ganas de decirle un par de cosas a Coralina. Tània y Mónica se juntaron conmigo.

— Como se pasó.

— Lo sé, luego deberíamos hablar bien con Berta — las dos concordaron.

Mónica se notaba algo pensativa — Joan quiere que vaya a su casa a conocer a sus padres.

—¿Tiene algo de malo? — pregunté.

— Es que.. no sé, siento que es muy pronto. Pero, en fin.

— ¿Y con Gerard cómo está todo? — preguntó la rubia.

Yo sabía que estaba todo mal con Gery, la última vez que hablamos tenía un nivel de rencor que no había conocido antes de él.

— No me habla y sé que tuvo un par de malos rollos con Joan, la caso no puede estar mejor — terminó con tono irónico.

Llegamos a sala de profesores — Si me disculpan, tengo que ir a hablar con Eugeni, quiero que el me asesore con el trabajo de investigación este año.

— Vale tía, te esperamos en la entrada, después vamos por un helado.

Asentí y toqué la puerta, fue Merlí quien abrió y saludó con una sonrisa. Me acerque a Eugeni que estaba hablando muy entretenido con Mireia, la profe de Latín.

Le toqué el hombro — Eugeni, perdón por interrumpir, necesitaba hablar conmigo.

— Por favor, dime — me recibió con una sonrisa.

— Era por el tema del trabajo de investigación, quería saber si querías asesorarme con él, podría hacer algo de la literatura barroc--— me interrumpió con un gesto de negación.

— Lo siento pequeña Lorca, no aceptaré trabajos de investigación este año, me dedicaré a relajarme y solo cumplir mis horas de clase en el instituto.. ahora que ya no soy jefe de estudios — finalizó con un toque orgulloso, mirándome a mí y a la profesora al mismo tiempo.

— Oh bueno entonces creo que le pediré a Millán.

Mireia se retiró algo confundida, y Eugeni la siguió con la mirada algo decepcionado. Después volvió a mi.

— ¿Que me decías?

— Que le pediré a Millán que me ayude...

— ¡De eso nada! Yo puedo ayudarte, si si.

Definitivamente este hombre me mareaba más que un carrusel.

— Pero profe, dijo que...

Me volvió a interrumpir negando, en un claro gesto de "olvida lo que dije antes", sonreí incrédula.

Él me rodeó la espalda con su brazo — Dime, ¿Tienes alguna idea? Podrías escribir sobre la autora Mercè Rodoreda.

— Casualmente estaba pensando en ella, y me encantaría escribir sobre su obra, El espejo roto.

— ¡Creo que harás un trabajo excepcional! Cuando lo empieces y tengas algo adelantado eres libre de venir a mostrarme.

— Gracias Eugeni, lo haré.

Merlí seguía ahí y había escuchado todo, tenía una sonrisa y una taza de café.

— ¿Ves como puedes ser un profesor bueno y cojonudo? — se dirigió a Eugeni burlonamente. Yo reí ante su pequeño "guiño".

— Merlí... — le dirigió una mirada de reproche.

La paradoja del cuervo || Merli #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora