Capitulo 15: La pintada

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El sol nos daba a todos, miré a Mónica que andaba muy distraída.

— ¿Cómo estuvo ayer con Joan? — resulta que todos los días dos alumnos eran escogidos para quedarse barriendo y limpiando después de clases. A Mónica y a Joan les tocó esta vez.

Ella hizo una mueca extraña — Ya sabes, el no habla mucho.

— Tú tampoco hablas mucho tía, se complementaron entonces ayer.

— Si, al menos terminamos rápido.

Pol, quien estaba apoyado muy cómodo en mis piernas fumándose un cigarro alzó la voz.

— ¿Qué? ¿Acaso dejaremos que echen a Merlí así porque sí?

Claramente después de todo el revuelo por ir al velorio de Santi, Merlí nos había anunciado que serían sus últimas clases y que el curso que viene no estaría.

— Es una pasada —dijo Marc — ¿Por qué no echan al pirado de Eugeni?

— ¿Alguno tiene una idea para ayudarlo? — pregunté.

Oliver se mordió el labio — Pues a mí se me ocurre algo, pero que conste que no puedo hacerlo solo.

La idea era buenísima, arriesgada pero increíble. Nos encargamos de que todo el curso de los peripateticos sea parte.

— A las 9 de la noche, nos encontramos todos en la entrada del insti. Traigan pintura.

Con Tània habíamos acordado de que yo me quedaría a dormir en su casa, más que nada porque no necesitaba explicarle a mis padres que nos infiltrariamos en el instituto.
El frío inundaba la ciudad de Barcelona, la noche se hacía notar.

— A ver a ver, ¿Todos tienen todo? — Susurró Pol.

Estábamos todos, pero Gery llegó minutos después con su perro.

— ¡Que guapo! — chilló Mónica acariciándolo.

— Se llama Rufo — alardeo el chico de lentes.

— Entonces.. no nos quedará otra que saltar — Afirmé mirando hacia arriba, no pensamos en eso, no teníamos llave para entrar, no nos quedaría otra que saltar la cerca.

Con mucho cuidado fuimos uno por uno saltando, Mónica se quedó del otro lado con Rufo vigilando si alguien venía.

— Vamos, junten los aerosoles— gritó Tania ya dentro del instituto. Nos dirigimos a la pared que quedaba justo en frente, en la vista de todos.

— Aparten la ropa, nos vamos a ensuciar todos.

La primera línea de aerosol pintó la pared, y nos sentimos como unos niños traviesos. Pintura, grafitis, risas, todo eso coronó esa noche.
Exactamente una hora más tarde estábamos los peripateticos parados frente a nuestra obra de arte: Un grafiti de un pene con una particular inscripción "¡Merlí nos la pones dura", haciendo referencia a sus primeras palabras en la primera clase.

Pol abrazó a Bruno y me besó en la frente, Tània también me abrazó y entre el olor a aerosol, el leve rocío que caía de la noche podría decir que dimos comienzo a nuestra era peripatetica.

***

Al día siguiente nuestra creación era una revolución en el Ángel Guimerà, algunos padres ya se habían quejado. Merlí estaba encantado, como era de esperarse.

Eugeni y Tony entraron al salón de muy enojados.

— A ver chicos — empezó el director — alguien, no sabemos quién, anoche se infiltró para dibujar eso en la entrada del colegio. Habrá graves consecuencias, ¿Quien fue?

Todos compartimos mirada.

Oliver, sonriente levantó la mano — Yo estaba, y vale que hay un pene dibujado pero no fui yo el que lo dibujó — la carcajada fue general.

Tony hervía de rabia — A ver Oliver si tu...

Pero Pol lo interrumpió también sonriente — Tony, Tony, yo pinté el huevo izquierdo.

— El derecho fue mío — anunció Tània.

— Yo fui la que escribí la frase — Grité resignada.

Y de pronto todos estaban asumiendo sus culpas, el director nos calló.

— Vale vale, ya entendimos. Fueron todos. A ver chicos, los problemas que hay entre Merlí y dirección no van a ser resueltos con una pintada. Empiecen a meterse en sus propios asuntos.

Nos quedamos en silencio, pero Berta, que estuvo en silencio saltó.

— ¡Para mí esta bien que lo echen! — la miramos sin entender al principio, pero luego todo fue claro, sonreímos cómplices.

— ¡Nos hace pensar, y eso no está bien, deberían echarlo! — dije "fingiendo" enojo.

Pol golpeó la mesa — yo quería abandonar el insti para irme a trabajar y él me convenció de que me quede porque tenía un buen futuro de estudiante.

— Nos enseña palabras rarísimas...

— Eudaimonia

— ¡Epistemología!

Marc se levantó — No olviden lo más importante, por su culpa el friki de Iván volverá a clase y no se quedará en su casa, que es donde pertenece.

Todos alabamos lo que dijo Marc.

— ¡Se acuesta con las madres de los alumnos! y no mola — Susurró Gerard como si aún no aceptara eso.

Y seguimos, seguimos hablando y dando excusas de por qué deberían echarlo. Merlí estaría orgulloso porque convertimos virtudes suyas en defectos, Tony y Eugeni no sabían que decir. Estaban mudos.

Al final nos salimos con la nuestra, Tony no se atrevió a despedir a nuestro profesor y tutor, al parecer nuestra acción si tuvo repercusión.
Estábamos toda la clase unida, hasta Iván había vuelto después de tres meses de no volver al instituto, todo gracias a Merlí.
Nunca olvidaríamos este día, y menos si lo terminamos en clase con una botella de Champagne brindando y bailando por el fin de curso.

La paradoja del cuervo || Merli #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora