Capítulo 32: Culpa

659 54 0
                                    

Llevaba un día de mierda, íntegramente de mierda, había discutido con mis padres por mis ausencias en la clase de piano. Llegué al insti y me recibió una nota mala en el examen de matemáticas. Genial, siempre bien Zoe.

Merli hablaba y hablaba, explicaba a un autor que yo ni siquiera sabía pronunciar su nombre. Las -poco disimuladas- risas de Joan y Gerard llamaban la atención de todo.

—¿A ustedes dos que os pasa?

Fue Gerard quien contestó — No, es que.. te hemos imaginado con una túnica rollo Sócrates.

Las carcajadas fueron generales, joder, que se habían fumado estos tíos. Ya de por sí llevaban los ojos bastante rojos.

— Con que rollo Sócrates.. Acompañenme — Merlí saco a los dos "graciosos" del salón. Y apuesto a que les dió una buena reprendida, porque terminaron yéndose con el profesor de guardia.

— Bueno continuemos con el autor..

Eugeni interrumpió la clase cuando tocó la puerta — Eh, Merlí, disculpa.. quería saber si podía sacar a Zoe Lorca por un momento.

—¿A Zoe? Por supuesto.

Salí algo confundida detrás de Eugeni, llegamos al despacho de dirección.

— ¿Mucho mejor que el departamento de lengua? — Asentí — No quiero quitarte tiempo, es sobre el trabajo de investigación..

Mierda, el trabajo de investigación, si faltaba algo para coronar mi día es que Eugeni me diga que tengo que rehacerlo.

— Si, dime.

— Está excelente. — me volvió el alma al cuerpo — el tema está perfectamente desarrollado, y tomaste todas mis recomendaciones. Estoy muy satisfecho.

— Me alegro, la verdad es que me interesó mucho el tema.

Él apoyó los codos en su escritorio — ¿Tú quieres estudiar literatura, verdad?

— Si.

— Te irá bien, Gabi me dijo que también estaba muy feliz con tu rendimiento en literatura castellana.
Pero quiero mucho más de ti Zoe, eres mucho más de lo que me entregas. Quiero que aspires a ser la mejor alumna, está muy bien tener ambiciones.

Quedé anonadada por sus palabras — Yo doy todo lo mejor de mi, quiero ser la mejor profesora y ser como ustedes.

— Yo quiero que seas mejor nosotros, te quiero ver publicada. Quiero verte en revistas literarias.
¿Sabes algo? Cuando tenía quince amaba a mi profesor de literatura, sacaba lo mejor de los alumnos, así como lo hace Merlí — sonreí — creo que por él yo estudié literatura, y sin embargo mira, nunca le llegué ni a los talones.

Dejó mi trabajo de investigación frente a mi, yo lo tomé viendo con satisfacción la nota.

— Recuerda, si tú no puedes ver tu potencial, nadie va a verlo en tí.

— Gracias Eugeni.

Aunque no fuera realmente nada, esta charla me había echo bien.

— Anda, ve a clase. — cuando salíamos de dirección vimos pasar corriendo a Gery y Joan. — si me disculpas, tengo que ver qué traman esos dos.

.

— ¿Y que te dijo Eugeni? — preguntó Pol, habíamos salido juntos de la escuela y nos iríamos caminando.

— Oh nada, solo algo del trabajo de investigación. — lo miré — que raro que hoy no te fuiste con Tània.

—¿Por qué sería raro? Tu eres mi amiga.

— Ya, pero como te ibas siempre con ella.

— Ah, pues no sé, hoy se iba a comprar cosas con Berta. ¿Has visto como estaban Gerard y Joan? — fruncí los labios ante el repentino cambio de tema, pero lo deje pasar.

— Fue muy fuerte, tío. ¿Cuánto se habían fumado?

— Pensé que poco, pero al parecer no fue así.

Íbamos pasando por la plaza cuando un hombre se acercó a nosotros.

— Eh Pol, aquí estás— ¿Se conocían?

— Si, acabo de salir del insti. Zoe ¿Recuerdas a Óscar?

Oh, con que esté era el famoso Oscar, el hermano de Pol.
Pues ¿Que decir?, bendita sea la genética de los Rubio.

— Solo por nombre. — nos saludamos con dos besos — ¿Que tal?

— Un gusto Zoe. Perdona que te lo robe, pero nos están esperando en ya sabes dónde.. — se dirigió a su hermano.

— Vale, ahora vamos. Lo siento, nos vemos mañana en clase ¿Sí?

— Claro, hasta mañana. Un placer Óscar.

— Igualmente.

Emprendí camino hacia mi casa, no sin antes mirar como los dos chicos se alejaban hablando de vaya saber qué cosa.

***

Un día nuevo en el Ángel Guimerá, un día que había comenzado bastante particular.

— ¿Qué estará pasando? Ya hace un cuarto de hora que las clases tendrían que haber empezado — dijo Mónica.

— Es cierto.

— Tal vez alguna reforma, o algo de eso — supuso Iván.

Tània recibió un mensaje y abrió los ojos desmesuradamente.

— Oigan.. que.. me acaba de escribir Marc, Gery está en el hospital.

¿Cómo? ¿Gery? Pero si solo ayer estaba bien.

— ¿Que le ha pasado?

— No sé, no me ha dicho nada aún.

Eugeni y Merlí entraron al salón y nos pidieron silencio.

— Chicos, como habéis visto las clases aún no comenzaron, y no comenzarán.
Su compañero, Gerard, está internado desde ayer por un brote psicótico inducido por Cannabis — me tapé la boca con horror, eso suena fatal — esperaremos noticias de su madre durante el día.

No sabíamos que decir, pero algo si sabíamos y era por qué le había pasado esto a Gerard.

— Si.. se puso como loco, se quitó la ropa, decía que su madre lo estaba espiando. — relataba Joan, quien en cierta parte se sentía muy culpable. — no sé cómo pasó esto.

— Si no fumaran la mierda que fuman Gerard ahora estaría bien — dijo Berta, y tenía razón.

Pol también se encontraba fatal, asumía parte de la culpa ya que era él el que les pasaba la marihuana a Joan y a Gerard. Pero Merlí ya se había encargado de eso.

Marc apareció — Bueno, al parecer esta tarde ya podrá volver a su casa. Tendrá que ir al psiquiatra y tomar muchas pastillas pero se recuperará.

Todo respiramos con alivio.

— Que bueno.

— Si, que bien, pero Gerard tuvo un brote psicótico. No olvidemos eso.

— ¿Vas a seguir tía? — preguntó Joan enojado.

Los calmé — Basta, no es momento para culpar ni para pelear.

Ahora lo que quedaba es que todos vayamos a visitar a nuestro amigo, quien sin ninguna duda había pasado una situación bastante traumática.

La paradoja del cuervo || Merli #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora