Capítulo 10: El cumpleaños de Pol

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Pues si, hoy Pol Rubio cumplía 18 años y estábamos ingeniandonos para hacer una súper fiesta esta misma noche.
Mónica había sido muy generosa y nos ofreció su casa -que era inmensa- para poder entrar todos.

— ¿Tú irás Joan? — preguntó Pol molestándolo.

— Si.. no sé, mis padres..

— Eh, tranquilo, diles que vienes a dormir a mí casa y ya.

— ¿Puedo?

— Claro que sí, tío.

— ¿Y qué haremos con la bebida? — pregunté tomándolo como un buen punto. En las fiestas así era algo infaltable.

Pol nos miró preocupado — Yo no tengo ni un euro para eso.

— Yo puedo comprarlas. Tengo dinero, Pol, tú pones el dni y yo compro todo ¿Cómo lo ves?— Dijo Gerard

El rubio sonrió festejando y los dos chocaron los cinco. Estábamos entusiasmados puesto que hace mucho tiempo no salíamos de fiesta, y nada mejor que la ocasión.

— Pero vienen a mí casa con una condición eh. Todos me ayudarán a limpiar luego — Amenazó Mónica, todos asentimos, es que ya que haya puesto la casa era un detallazo.

— Te prometemos que nos quedamos a limpiar, al menos Tania y yo— dije.

Lo de pedir permiso era lo mínimo para mí, me trataban como una chica independiente y estaba agradecida de eso.

***

— ¡A tope y sin bragas!— gritó Gery mientras lo filmaba con mí móvil, recién habíamos entrado a la casa de Mónica y tenía la impresión que ya estábamos todos ebrios.

— A ver, los que trajeron alcohol dejenlo en esta mesa — dejé una pequeña bolsa con dos botellas de vodka.

— Tía — Tània pasó su brazo por mí cuello — ¿A quien nos tiramos hoy? — esa mirada pícara suya lo decía todo. Amaba como tenía un punto pervertido que la completaba.

— No lo sé, ¿Tú a quien quieres?

— Claro que voy por Marc, pero está en la suya. No creo poder.

— Eh, el que intenta nada pierde, ya es hora que vayas diciéndole lo que sientes por él.

Bufó poniéndose frente a mí — Como si fuera tan fácil, da igual ¿Tú quieres a Joan, no?

— Sería interesante.

La fiesta comenzó al pasar la primera canción, todos bailabamos y bebiamos como locos.

— Este vodka es asqueroso — opinó Bruno.

— Si.. lo es, pero prende ¿A qué no?

Mónica que estaba muy linda se acercó a nosotros con una sonrisa — ¿Se la están pasando bien?

— Te la rifaste — la miré mientras tomaba un sorbo de vodka con naranja — Gery te está buscando.

— Puff, me lleva persiguiendo toda la noche.

Joan se acercó sorprendiéndonos, tenía un par de vasos con alcohol en la mano y actuaba muy feliz — ¿Alguien quiere más vodka? ¡Tengo varios vasos!

Le susurré a Mónica — ¿Soy yo o el está muy ebrio?

— Creo que lo está, desde que llegó no ha soltado un vaso.

Lo miré algo preocupada, sabiendo que no estaba del todo bien — ¿Todo bien Capdevila?

— Si claro, todo más que bien, Zoe Zoe ¿Sabes que me caes muy bien, no?

Solté una risita — Lo sé.

— Es que eres de puta madre tía, ojalá nunca faltes en el insti.

Este estaba muy feliz, no quería imaginar los tragos que llevaba tomados. Quise decirle algo más pero se fue corriendo para armar un espectáculo frente a la piscina.
Empezó a bailar siendo alentado por todos, hasta que se empezó a quitar la ropa y quedar en traje de baño.

Con él, todos se fueron metiendo al agua — ¡Por favor! Quitense la ropa antes de entrar — pidió la anfitriona.

Estuvimos en la piscina haciendo juegos, como quién llegaba primero nadando hasta el shot de vodka. Obviamente Bruno, quien estaba perfectamente entrenado, era el que siempre ganaba.
Cuando mis pies y mis manos empezaron a arrugarse salí y me quedé sentada en la orilla, mí cerebro ya me estaba enviando señales de que había bebido más de la cuenta. Mire enfrente mío y me encontré a Joan y a Mónica hablando sentados en unas sillas. ¿Por qué de repente sentía unas inmensas ganas de vomitar?

Me pare, ya seca por el tiempo que llevaba afuera, y fui caminando hacia adentro de la casa.
Me encontré con Pol, quien bajaba las escaleras, lo miré algo sospechoso.

— ¿Y tú dónde estabas? — No me contestó. O bueno, no me contestó como yo lo esperaba.

Saltó a besarme con todas sus fuerzas, a tocarme y yo no puse resistencia. Estaba ebria y muy dentro mío deseaba al rubio con buen cuerpo que estaba frente a mí. Su cuerpo aún estaba mojado por la piscina chocaba contra el mío seco.
Su lengua ingresó en mi boca, batallando con mí lengua que también pidió acceso.

— Mm, Zoe...

No íbamos a ir más allá que un beso, no lo permitiría y se lo demostré negando su acceso al interior de mí bikini. Al parecer estaba tan atontado que nisiquiera le importó porque me seguía besando con la misma intensidad que antes.

— ¿Que haces? — Susurré contra sus labios.

— Cierra la boca, Lorca, haz cosas más útiles con ella.

Íbamos a seguir, incluso Pol ya me tenía contra una pared y mis piernas ya estaban enredadas su cadera, pero algo nos interrumpió, estaban hablando y gritando muy fuerte.

— ¿Qué pasa? — me desprendi de Pol y ambos corrimos a ver qué sucedía, resulta que la pelea era originaria de Gery y de Marc.

— ¿QUE DICES IDIOTA? — Gery estaba como un loco.

— Ehh..cálmate tío, no te quise decir nada, pero si yo los vi...

No entendía, me acerqué a Tània y le pregunté que pasaba — Gery se enteró que su madre y Merli se estaban besando en el CosmoCaixa el otro día, al parecer están saliendo.

Abrí mucho los ojos con sorpresa, al parecer Gerard no era el único que no lo sabía, ¿Por qué era siempre la última en enterarme todo?
Vi en cámara lenta como Gerard le pegaba un puñetazo a Marc en el ojo y también vi como Pol salía en la defensa de su mejor amigo.

— ¿Que mierda les pasa a ustedes? — Preguntó Mónica con enojo — Estábamos todos tranquilos, joder.

Mí vista se dirigió a un punto fijo, en una silla un poco alejada, alguien se había quedado dormido. Me acerqué con precaución, era Joan.

— Joan, despierta — susurré empezando a moverlo. No reaccionaba, lo moví un poco más fuerte — ¡Joan!

Repliqué que un líquido blanco y casi imperceptible salía de su boca, no solo eso, sino que no estaba respirando. Ahogué un grito y lo moví más fuerte aún, con la vaga esperanza que despierte.

La desesperación se hizo visible en mí — ¡OIGAN! ¡ES JOAN! ¡NO DESPIERTA!

Al parecer eso llamó la atención de todos porque se acercaron con rapidez a dónde estábamos.

— Tània, alguien, por favor llamen a una ambulancia.

La paradoja del cuervo || Merli #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora