Capítulo 28: Corazonadas

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Le entregué un vaso con jugo de arándanos a Pol, habíamos quedado en mi casa.

— La putada es que Oscar se quedó sin trabajo y mi padre no sabe nada, estoy harto de disimular.

— No entiendo por qué no hablaste antes conmigo — dije en tono de reproche.

— Estaba rayadisimo, perdona Zoe.

Me senté a su lado en el sillón, era sorprendente como Pol se ponía aún más bueno con el tiempo.

— ¿Y que harán ahora?

— Digamos que yo conseguí algo — esperé a que continúe.. — Es un mercado, digo, algo así..

Me desesperó— ¿Un mercado de qué?

Bufó — Arregle con un tío y vendo hierba, solo para fumar. No quise meterme tan profundamente cómo vender heroína o cocaína, además ya tengo mis propios clientes y buen...

No lo dejé terminar, mi cuerpo actuó por mi y le di una bofetada que le hizo voltear la cara.

—¿Que haces tía?

— Perdona yo.. — la situación era casi graciosa. — ¿¡Estas loco Pol Rubio?! ¿Quieres ir a la cárcel por vender droga?

— Joder sabía que reaccionarias así, después preguntás por qué no te cuento nada.

— Es que Pol.. es muy fuerte lo que me acabas de decir.

— No me queda otra — sonaba desesperado — la cosa es muy simple Zoe, si no ingresa dinero en mi casa tendré que volver a los comedores.

Por un momento sentí pena por el rubio, era obvio que necesitaba algo de consuelo. Le apreté el hombro con una media sonrisa.

— Es una mierda que estés en esto Pol, pero no puedo decirte nada, solo cuídate mucho.

— Lo haré — se tiró contra el respaldo del sofá — Tània lo tomó muy mal, yo no pensaba decírselo, pero aún así se enteró.

— Están muy colegas con Tània.

Intenté sonar lo más pretenciosa posible, a ver si de alguna manera él reaccionaba.

— Si, somos más amigos, lo de Bruno nos unió.

Sonreí forzada — Me alegro por vosotros.

— Tu también estás muy amiga de Joan, te mola de nuevo.

¿Qué? Él nisiquiera se preocupó en sonar normal, sonó casi con resentimiento.

— No que va, simplemente hablamos, como siempre. Además Joan está muy cambiado.

—Me cae muy bien Joan, pero es cierto que no es el mismo que principio de curso — curvo los labios — desde lo que pasó con Mónica...

— Se nota que le afectó.

— Yo creo que sí, también fuma hierba.

Lo miré irónicamente — ¿Ah sí? ¿Tu le vendes?

Negó riendo — No, pero gracias a él obtuve el contacto para empezar con el negocio.

— Es lo único que les faltaba.

Pol vendiendo droga para ganar dinero, Joan drogándose y con un horrible resentimiento por su ex novia. Todo estaba fuera de control.

*

— Hoy vamos a repasar los últimos dos temas — anunció Gabi, el profe de literatura con una sonrisa.

Gabi me caía muy bien, era un profesor muy majo y se notaba que era muy apasionado. Además era gracioso cuando llevaba un pequeño teclado con sonidos para situaciones particulares.

— A ver Tània, lee el texto de la página 39.

La rubia comenzó a leer, yo me quedé pensando en ella y Pol. ¿Que es acaso lo que pensaba? Yo no estaba celosa, para nada. Tenía muy claro lo que era con Pol, pero se siente feo cuando de pronto tu amigo es más amigo de otras (aunque esta sea tu mejor amiga).
No lo sé, me molestaba que se muestren tan demostrativos entre sí.

— ¿Y los demostrativos, Zoe?

La voz de Gabi me sacó de mis pensamientos, lo miré con espanto. ¿Había estado pensando en voz alta? Sentía que todos me juzgaban, que todos me miraban y yo solo tartamudeaba. ¿Que pensarían Tània de lo que yo estaba pensando? Que vergüenza, juro que me cambiaría de curso, no importa que este sea el último.

— Los..

Gabi me invitó a seguir con un movimiento de mano  — Si, podrías darme dos ejemplos de pronombres demostrativos?

Con que era eso, respiré con tranquilidad — Aquella y esos.

Gabi hizo un sonido victorioso con su teclado y yo sonreí. Eso había estado muy cerca, debería dejar de pensar en clase..

La paradoja del cuervo || Merli #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora