Querido hermano Park Jimin.

Reunión familiar.

Delante la fachada de la enorme casa se estacionaban enormes he intimidantes camionetas negras, más y más coches llegaban sin parar, el vecindario entero sabía lo que estaba pasando.

De aquellas enormes bestias salían hombres de misteriosos tatuajes y cabellos de colores, quienes al verse inmediatamente se abrazaron y saludaron mutuamente.

Cuando la corta sesión de saludos termino, el grupo decidió entrar a la casa, caminando por la lujosa cochera con destino al patio trasero.

Al llegar, dos hombres les esperaban, estos últimos se levantaron de sus sillas y se aproximaron al grupo de hombres. Al encontrarse frente a frente, el silencio se hizo.

-¡Padres! - saludo un hombre tatuado de cabellos rubios, quien se hizo paso entre sus hermanos y se arrojó a darles un fuerte abrazo.

Jimin sonrió ampliamente y le abrió los brazos al más pequeño de sus hijos. Jungkook hizo lo mismo y saludo al más grande de todos ellos con alegría.

-¡Mis queridos hijos! ¡Hola! - grito Jungkook rebozando de alegría.

-Adelante, pasen. - permitió Jimin, palmeando las espaldas del resto de sus hijos.

Una vez dicho, los chicos le tomaron la palabra a su padre y uno por uno fueron sentándose en las sillas frente a la enorme mesa de mantel blanco.

La celebración inicio con felicitaciones por parte de sus hijos a sus padres por su séptimo aniversario de bodas, después se continúo contando un par de anécdotas interesantes mientras la familia estaba separada.

Cada uno de sus hijos conto con espero y pasión sus aventuras personales, contando con efectos especiales como es que realizaban tratos con otras pandillas, los más grandes relataban experiencias con sus propios hijos y los más pequeños explicaban cómo funcionaban sus redes de narcotráfico.

Jimin y Jungkook escuchaban orgullosos las anécdotas de sus hijos, sonrientes y asombrados por la forma en la que les contaban.

-¡Eso me recuerda a la vez que Jin Sook se comió mi mercancía pensando que era glaseado! - se carcajeo uno de los más grandes, recordando con gracia el accidente con su hermano, poniéndolo en vergüenza.

-¡Estaba muy pequeño, no me jodas! - se defendió Jin Sook, golpeando la mesa con el mango de su pistola.

-¡Jeon Jin Sook, no quiero armas en mi mesa! - regaño Jimin, alzando la voz.

-Eun Min, deja de burlarte de tu hermano. - reprendió Jungkook, alzando una ceja como advertencia.

-Lo siento, padre. - se disculpo Jin Sook.

-Mil disculpas, padre. - también se disculpo Eun Min, bajando la cabeza al igual que su hermano.

Ambos padres asintieron en respuesta, perdonando los errores de sus hijos.

-Padres, hoy no hagan corajes con los idiotas de Eun y Jin, ellos se aman en el fondo. - se carcajeo Gyeong.

-¡Dilo una vez más y te juro que llegas a casa con tu mujer con un parche en el ojo, maldito rubio oxigenado! - grito Eun.

-¡En tus húmedos sueños, Gyeong! - gruño Jin.

-¡Mejor cuéntenos la vez que se conocieron, es su día! - animo Gyeong, ignorando las amenazas de sus hermanos.

-Otra vez no, esa historia me la sé al derecho y al revés. - se quejo Choi, uno de los menores. Mientras se empinaba la jarra de soju.

-Esta vez no le contaremos el día de nuestra boda. - informo Jungkook.

-¿No? - pregunto Jin Sook.

-No, les contaremos nuestra historia, la historia entera. - presumió Jimin.

Y fue entonces que los seis hermanos centraron toda su atención en sus padres, dejando sus celular y sus charlas ambiguas entre ellos. Todos se recargaron en la mesa en señal de atención.

Jimin se aclaró la garganta con entusiasmo, al lado de él se encontraba Jungkook bebiendo de su jarra, sin apartar la vista de su marido.

-Presetenle mucha atención a su padre, está historia será larga. - aconsejo Jungkook a sus hijos después de darle un gran sorbo a su bebida. - Y muy divertida.

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