– Valentina Carvajal. – Anunció la directora de la escuela. La sonrisa en su rostro era inigualable. Después de un año lleno de obstáculos, lo había logrado. El esfuerzo que había puesto en los últimos meses valió la pena.
El doctor Carvajal, mi papá y mamá, sentados al lado mío, celebraban mientras ella caminaba a recibir su diploma. Mientras tanto yo que estaba haciendo un intento de aplaudir, gritar y grabar con mi celular este momento especial, todo para poder tener un lindo recuerdo de este día.
El resto de la ceremonia fue como la clásica ceremonia de graduación, pasaron todos los de su clase a recibir el diploma, luego el más inteligente dando dio un discurso cliché y aburrido sobre los momentos compartidos como grado y sobre el futuro que tenían por delante, para cerrar el evento dieron espacio a un jóven que hacía algo relacionado con tecnología a dar el discurso final.
No puse atención a nada de lo que dijo el invitado, ya que Valentina me lanzaba besos, hacía gestos que me provocaban risas, me mandaba mensajes diciendome de lo linda que me miraba, lo aburrida que estaba la ceremonia y que prefería haberse quedado en casa celebrando de la manera correcta alternando cada uno con corazones o las palabras "te amo".
Nos encontrábamos con todo el grupo en el lobby esperando a que llegara Valentina, nuestros padres estaban llevando una conversación amena en lo miraba a mi alrededor esperando alguna señal de Valentina. En cuanto la vi, corrí hacía ella y me lancé a sus brazos.
– Felicidades amor– deje un pequeño beso en sus labios.
– Gracias por estar aquí Juls, junto con toda tu familia. – Nos volvimos a besar, pero fuimos interrumpidas por su padre.
Uno a uno fue dando sus felicitaciones con un abrazo.
Luego de un par de fotografías tomadas con nuestros teléfonos, el doctor Carvajal anunció que era momento de ir a la fiesta de celebración que se llevaría en su casa.
–Papá, Juliana y yo nos retrasaremos una hora, tenemos a ir a un lugar antes. –Esto si me había tomado por sorpresa, ¿a dónde iríamos?
Valentina tomo mi mano y nos dirigimos al automóvil, ya dentro le pregunté a donde nos dirigíamos y me dijo que esperara, que era algo que había pensado a último momento.
Me quedé viendo por la ventana cuando observé que nos dirigíamos al cementerio. Valentina pasó por un ramo gigante de flores un par de cuadras antes de llegar.
Una vez estacionó el vehículo, se quedó en silencio, por lo que yo también.
–¿Sabes que si tu no hubieras entrado en mi vida nada de lo bueno y bonito que estoy viviendo estaría pasando? Y por eso te debo todo, te debo mi vida, y mi felicidad. Te amo tanto.
–Yo tampoco estuviese aquí sin ti, hiciste tanto durante mi recuperación, hasta eres parte de mi físicamente, tu riñon me mantiene con vida. Y yo te amo más.
– ¿Me acompañas a celebrar un pequeño momento con mi mamá y mis hermanos?
–A todos lados contigo, Val.
Se bajó a abrirme la puerta y dejó un beso en mis labios para tomar mi mano y dirigirnos a la tumba de su familia.
–Mamá, Eva, Guille, lo logré. Me gradué. Lo logré. Después de defraudarlos tantas veces estoy aquí, con mi diploma, celebrando con ustedes. Esto se los dedico a ustedes.
Valentina tomó las flores y su diploma y los dejó sobre la lápida, poniéndose de rodillas.
–Esto solo es el inicio de todo lo que quiero lograr, quiero que estén orgullosos de mi, de mis metas cumplidas y mis sueños alcanzados junto a la mujer que amo.