30.
VALENTINA
Las palabras "mi último deseo es que me dejes ir" no dejaban de resonar en mi cabeza, eran mi motor para seguir adelante, era la única promesa que no pensaba cumplirle a Juliana.
Con esas palabras en mente, vagué por el hospital, hasta que llegué a la habitación tres-dos-siete, y ahí estaba Juliana, era un milagro verla despierta, era un milagro ver sus ojos color miel, me sentía afortunada de tener estos momentos junto a ella, solo esperaba que duraran para siempre.
—Juliana, bebé, no sabes lo feliz que me hace verte despierta. —Me acerqué para tomar su mano y dejar un delicado beso sobre ella.
Su sonrisa débil se hizo presente. Con todas las fuerzas que tenía, hizo un esfuerzo mara moverse en su cama, dándome a entender que quería que me acostara a su lado. Sabía que estaba muy cansada para poder hablar conmigo. Me dolía no poder escuchar su voz.
Con cuidado la ayudé a moverse, me acomodé a su lado, y lo primero que hizo fue recostar su cabeza sobre mi hombro.
—Todo estará bien, mi amor. —Dejé un suave beso en su cabeza.
Al cabo de una hora Juliana ya estaba dormida. Yo la observaba dormir, no le quise mencionar nada sobre la carta. Decidí tomar mi diario para poder desahogarme, definitivamente había sido un día difícil.
Querido diario:
Juliana tenía razón, escribir en el diario puede convertirse en algo liberador. Hace días no escribo, no he tenido fuerzas para hacerlo, pero hoy es necesario.
Juliana me ha pedido como quinto deseo que la deje ir, si ella llega a morir. ¿No pudo tener un mejor deseo que eso?
Simplemente no puedo dejar ir al amor de vida. Si, he llegado a la conclusión de que Juliana es el amor de mi vida. He sido tonta en darme cuenta hasta este momento.
Le he pedido a mamá, Eva y Guille que me ayuden a enviar un donante para Juliana pronto. Tenemos tantas aventuras por vivir juntas, tantos momentos que crear, risas por compartir y sobre todo, tengo mucho amor para demostrarle, tanto, que una vida no sería suficiente. Tengo una lista interminables de cosas que no le dije y muchos te amo pendientes.
Me quedo corta de palabras, espero que mi próxima entrada al diario sea más esperanzadora.
***
Para seguir la rutina de los últimos días preparé mis cosas para acomodarme en la habitación de Juliana. Macario y Lupita se quedaban algunas noches y el resto iban descansar a su casa. Hoy era de mis favoritos, ya que tenía a Juliana sola para mi. A pesar de que pasaba la mayoría del tiempo dormida, disfrutaba tomar su mano, dejar uno que otro beso sobre ella y darle todo el cariño que una persona como ella merecía.
Esa noche me acosté en el sofá a su lado, dejando mi mano sobre la de ella. La posición era incómoda, pero necesitaba sentirla al lado mío. No sentí en el momento en el que me quedé dormida.
Tenía una alarma programada antes del amanecer, era un deseo de Juliana, ver cada amanecer al lado mío. Estaba estirándome en el sofá para poder ver el amanecer con Juliana, o por lo menos intentar que ella lo viera. De repente entró papá, verlo en la habitación a esa hora me revolvió el estómago. No tenía idea que significaba.
—Papá ¿qué pasó? ¿qué estás haciendo aquí? ¿sabes la hora que es?
—Valentina, hija, tranquila, me llamaron hace media hora. —Hizo una pausa. Mis nervios estaban de puntas. — Han encontrado un donante, viene en camino, debemos de preparar a Juliana con exámenes y ..
Todo a mi lado pasó en cámara lenta, un donante, mi deseo de las últimas semanas se estaban haciendo realidad. Juliana tendría la oportunidad de vencer esto de una vez por todas.
—Papá, ¿un donante?
—Si, Valentina, estoy seguro de que no escuchaste lo que dije después de donante, pero sí, lo han encontrado, viene en camino y el procedimiento está programado para hoy a medio día. Le he avisado a Macario y Lupita, ellos también vienen en camino. Quería que fueras la primera en saberlo, pero por ser menor debía informarle a sus padres.
Salté a darle un abrazo a mi padre. Lágrimas rodaban por mis mejillas, podría decir que era la primera vez que lloraba de felicidad. La felicidad por haber encontrado un donante era inexplicable, un gran peso se había quitado de mis hombros. Faltaba un largo camino por recorrer, pero era más claro ahora.
—Gracias, papá. Es la mejor noticia que he recibido en años.
—Claro que si Valentina, le tengo mucho aprecio a Juliana, es mi paciente desde hace años, pero se convirtió en alguien especial en estos últimos meses.
Me dio un abrazó y dijo que tenía que ir a realizar papeleo para todo lo que se venía hoy, sabía que era una excusa para dejarme sola con Juls.
Me acerqué al oído de Juliana, y le susurré.
—Juliana, mi amor, han encontrado un donante, ¿puedes creerlo?, un donante, vas a ponerte bien, vas a recuperarte. Tengo fe de que todo va a mejorar de ahora en adelante. —Los suaves rayos del sol hacían presencia en la habitación. —Definitivamente los amaneceres tienen su magia, ya entiendo porque son tus favoritos.
Dejé un pequeño beso en su frente. Mientras me acomodaba a su lado, me quedé sosteniendo su mano hasta que sus padres llegaran a la habitación.
***
Me informaron que Sammy y Leslie eran las responsables de llevar a Juliana a preparación para realizar el procedimiento. Lupita y Macario estaban llenando un papeleo en unas oficinas, así que era la encargada de velar por Juliana hasta que llegaran por ella. Y así lo hicieron pasada las diez de la mañana.
—Valentina, no sabes lo mucho que Sammy y yo nos alegramos por esta noticia. Esperamos y confiamos que todo salga bien, queremos mucho a Juli. Yo la conozco desde que tenía once años y hasta este momento creo que este era su anhelo más grande, bueno, antes que llegaras tú, ahora creo que desea que te quedes a su lado, pero bueno, no entraré en detalles.
—Gracias, Leslie. Aunque al principio sé que no estabas de acuerdo de que me acercara a Juliana, agradezco tu apoyo.
—Si, lo siento. Pero así como ganaste el corazón de Juliana, ganaste mi aprobación. No eres la misma Valentina que conocí cuando llegó a este hospital. La niña rebelde cambió.
—Ni me lo recuerdes.
Leslie ajustó la camilla y el tripié con el suero para poder llevar todo al área de preparación.
—Ya está todo listo para llevar a Juli. —Le indicó a Sammy, dándome una mirada a mi también.
Sabía que era mi momento de despedirme de Juliana, la podría ver hasta que el procedimiento hubiese finalizado.
Me acerqué a ella y tomé con mis dos manos su mano derecha, estaba bastante fría y delgada.
—Bebé, nos tendremos que separar por un momento. Leslie y Sammy te van a llevar en la camilla hasta el área de trasplantes. El trasplante de médula será pronto. Todo saldrá bien, ¿me escuchas?
Sabía que Juliana estaba cansada, pero en el fondo de mi corazón y por la conexión que teníamos, sabía que estaba escuchando todo lo que le decía. Pude ver sus ojos abrirse y asentir con una sonrisa en su rostro.
—Te amo, Juliana. Mucho— Dije antes de dejar un beso en sus labios y luego acariciar la mejilla con el dorso de mi mano.
Y con una revolución de emociones vi a Juliana marcharse por el largo pasillo del hospital.
Ahora solo quedaba esperar.
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💛🥺
Gracias por su paciencia, espero poder actualizar seguido.